El secretario confederal de UGT, Cándido Méndez, instadó ayer a la dirección de General Motors a servirse de los "márgenes de flexibilidad interna" que contiene su convenio de empresa para no recurrir a la anunciada medida de suspensión de 600 empleos en la planta aragonesa de Figueruelas durante un año.
Méndez, desplazado a Ligüerre de Cinca (Huesca) para tomar parte en los actos del X Día del Afiliado de UGT en Aragón, calificó la situación actual de General Motors de "muy preocupante", pero ha insistido en que el expediente de regulación temporal previsto podría ser evitado con la aplicación de medidas laborales alternativas.
A su juicio, la multinacional norteamericana del automóvil "debería aprovechar los grandes márgenes de flexibilidad interna -a nivel laboral- que le faculta el convenio colectivo de la industria para afrontar la situación actual en lugar de recurrir a un expediente de regulación".
Ha asegurado que, en cualquier caso, la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT respaldará de forma "permanente" a su sección sindical en GM y a su exigencia a los responsables del grupo de "transparencia" en los datos económicos reclamados.
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