La Dirección General de Interior del Gobierno de Navarra defendió ayer la sanción de 15 días de empleo y sueldo impuesta un policía foral debido a una escasa "actividad denunciadora" por la existencia de "elementos objetivos suficientes que demuestran la falta de rendimiento laboral" del agente. Al hilo de este caso, el primero que tiene lugar en la Policía Foral, el director general, Juan Ramón Rábade, negó ayer que se fijen previamente los "cupos de multas de tráfico", aunque hizo hincapié en que "la actividad sancionadora redunda en una mayor seguridad vial".
El expediente disciplinario abierto contra un miembro de la División de Tráfico de la Policía Foral por una falta grave se basa en el inferior número de denuncias interpuestas por el propio agente en comparación con el resto de policías de la misma División. En ese sentido, Rábade precisó ayer que el policía sancionado presenta una tasa de 18,4 multas por cada 100 días de trabajo, frente a la media de 57 multas del resto de compañeros.
El citado estudio comparativo se realizó entre abril de 2007 y marzo de 2008 y tomó como muestra a los agentes que forman parte de la División de Tráfico y las denuncias interpuestas por cada uno de ellos en el citado periodo. "La desviación del agente sancionado respecto al conjunto es muy elevada. Y es algo que arrastra en los últimos años, desde 2001, según se ha comprobado al analizarlo", aseveró Rábade.
Por ello, el responsable de Interior justificó la sanción impuesta al funcionario, porque estos datos "delatan una falta de rendimiento, ya que entre las tareas de los policías de tráfico está detectar y denunciar las infracciones viales que observen, y este agente no las detecta o no las sanciona".
No obstante, Rábade recalcó que ni por parte de la Dirección General de Interior, ni por parte de la Jefatura de la Policía Foral "se ha establecido ningún tipo de objetivo relacionado con el número de multas que debe tramitar cada agente, ni tampoco número de detenidos", y negó que exista alguna consigna en la Policía Foral para "denunciar por denunciar".
El director general de Interior destacó, al respecto, que en la Estrategia de Seguridad Vial de Navarra consta la obligación de denunciar aquellas infracciones de tráfico observadas, porque "no hay duda de que la actividad sancionadora redunda en la seguridad vial". "Las multas tienen un inequívoco valor educativo y disuasorio", incidió.
Además, Rábade señaló que en el expediente, elaborado con "las máximas garantías", consta que el agente sancionado, en las ocasiones que desarrollaba labores de apoyo al grupo de radar, "no dio el alto a ningún conductor, a pesar de que se detectaron varios circulando a una velocidad excesiva". Por último, recordó que el agente había sido apercibido en dos ocasiones por sus superiores para que incrementase las denuncias y se igualase con sus compañeros.
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