El líder del PP, Mariano Rajoy, arremetió ayer duramente contra la actuación del Gobierno socialista para afrontar la crisis económica y, en concreto, criticó que utilice "en exceso" el Instituto de Crédito Oficial (ICO), después de que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, anunciara la pasada semana que este organismo destinará 3.000 millones de euros para el ‘rescate’ financiero del sector inmobiliario. Así lo aseguró en un acto con un centenar de empresarios y representantes sindicales en la sede del PP, unas afirmaciones que fueron contestadas en el coloquio posterior por el ex ministro y responsable de Corporación Financiera Issos, Miguel Boyer, quien indicó que el ICO "debe ser utilizado" porque es un instrumento que sirve para inyectar liquidez.
Durante su intervención, el presidente de los ‘populares’ señaló que la adopción de medidas de apoyo a la financiación no deben centrarse "en determinadas empresas en concreto" sino que tienen que "beneficiar a todos" porque de otra forma, dijo, supone actuar "de manera arbitraria" y "minar aún más la confianza".
"Si utilizamos en exceso el ICO, agente financiero del Estado, acaparamos la escasa liquidez para el sector público reduciendo las oportunidades para el privado", explicó, tras recordar que el PP ha propuesto limitar al 3,5 por ciento el endeudamiento nominal del ICO.
Varios empresarios tomaron también la palabra en el coloquio posterior (entre ellos, el presidente de NCR España, Fernando Reyes, y el presidente de Infraestructuras Terrestres, Fernando Sotos) y se interesaron por las sociedades cotizadas de inversiones inmobiliarias, si el PP puede aplicar realmente sus medidas en las comunidades en las que gobierna, o cómo evitar que la crisis financiera afecte al sector español.
YA NO SE PUEDE DEVALUAR EL TIPO DE CAMBIO.
Durante su réplica, Rajoy señaló que el objetivo primordial pasa por recuperar la confianza y generar credibilidad. En este punto, recordó las medidas que ha planteado el PP en el Congreso, entre ellas, austeridad en el gasto público, rebajas fiscales a las pymes y aumento de la deducción a las personas que pagan créditos hipotecarios para aliviar su carga.
Dado que "ya no se puede utilizar la devaluación del tipo de cambio", Rajoy destacó que además de la política presupuestaria y fiscal hay que "incidir en las reformas estructurales como medio de flexibilidad y hacer más eficiente la economía".
En concreto, abogó por aumentar la independencia de los órganos reguladores para "recomponer el prestigio de la economía española y que se impliquen los sectores estratégicos"; vigilar los precios mediante el aumento de la competencia y la liberalización de los mercados con mayores trabas; y la publicación mensual de los sectores y empresas más inflacionistas.
ABRIR DEBATE SOBRE EL MODELO ENERGETICO.
También defendió la necesidad de que España avance en un modelo de mayor independencia energética y mayor competencia que garantice el abastecimiento a precios razonables y de cumplimiento a los objetivos medioambientales. Insistió en que hay que abrir este debate para que en el año 2009 o 2010 se pueda tomar alguna decisión sobre esta materia.
En materia de educación, urgió a invertir más en capital humano porque será en el futuro el principal activo de la economía española. Apostó por una mejora de la política de innovación buscando el apoyo a la empresa para internacionalizar sus innovaciones y pidió una reforma del mercado laboral "consensuada" en la línea de la que se realizó en 1996 por José María Aznar.
En cuanto a la ayuda oficial al desarrollo, Rajoy afirmó que se ha hecho un "gran esfuerzo", con un incremento del 26,9 por ciento, pero advirtió que el presupuesto del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) "ha sido rebajado en los dos últimos presupuestos por el Gobierno de España".
HAY UNA "GRAN DESCONFIANZA".
Rajoy afirmó que España saldrá de esta crisis pero expresó su deseo de que se haga "lo más pronto posible y de la mejor manera posible". "Para ello el PP pondrá todo cuando esté de su parte. La voluntad del PP es ayudar", aseguró, si bien criticó que a estas alturas el Ejecutivo no ha tomado medidas, está "generando desconfianza", "inventando cada día un análisis nuevo" y no dejando claro quien es en realidad el responsable de la política económica.
Con este comportamiento, continuó el presidente de los ‘populares’, se está produciendo una "gran desconfianza" en España y fuera del país, algo que, a su juicio, afecta "a las dificultades de financiación".
Dicho esto, pidió "colaboración" a los empresarios y sindicatos presentes en la cita para que planteen sus propuestas con el objetivo de salir de la crisis. "Estamos a su disposición, pedimos su colaboración y estamos abiertos a todo", enfatizó.
En esta reunión, en el sede nacional del PP en la madrileña calle Génova, acudieron destacados miembros de las principales empresas españolas como Grupo Ferrovial, Sacyr Vallermoso, Dragados, Brittis Telecom, Acciona, Compañía Logística de Hidrocarburos, Sogecable, Vodafone, el Corte Inglés, Cepsa, Repsol, BBVA, Gas Natural, Iberdrola, ING, Deloitte, Iberia o Accenture.
También estaban presentes la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, el portavoz de Economía en el Congreso y ex ministro, Cristóbal Montoro, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, así como los primeros ediles de Cuenca y Santander.
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