La presidenta nacional de la asociación Mujeres en Igualdad del PP, Mercedes de la Merced, reclamó ayer al Gobierno central la modificación de la Ley de Violencia de Género para dar una mayor cobertura a las mujeres del medio rural, que carecen de asistencia letrada cuando denuncian y, por tanto, de información sobre derechos y medios para salir de su situación. «Muchas vuelven a su domicilio porque no saben a dónde recurrir y es cuando el maltratador actúa». Exigió también un plan personalizado de las víctimas.
La también ex diputada europea y destacada dirigente nacional del PP, Susana Arizaga, exigió la modificación de la Ley de Violencia de Género para que no sea «un ordenador» el que evalúe, a través de un programa informático, la gravedad de la situación de la mujer que denuncia y las medidas a tomar para protegerla. Para ello, Mercedes de la Merced reclamó la puesta en marcha de un plan personalizado para las víctimas, un equipo multidisciplinar que valore la situación real de la víctima. En definitiva, medios materiales y humanos, entre ellos juzgados específicos para ciudades de más de 50.000 habitantes, al objeto de afrontar lo que calificó como «una lacra social». Porque «no es de recibo» que la mujer maltratada «sea atendida por un juez con cientos de expedientes civiles y penales a su cargo, para el que la denuncia por violencia de género será otra más».
Sin descalificar la Ley aprobada por el Gobierno socialista, que «fue interesante y recogió medidas aprobadas por el PP», subrayó las deficiencias en cuanto a información a las víctimas cuando denuncian. «No hay nadie que les diga que existen casas de acogida, órdenes de alejamiento, que tienen que recuperar su autoestima y que les van a cuidar y proteger». De la Merced hizo especial hincapié en el desamparo que sufren las mujeres del medio rural, para las que pidió «asistencia letrada obligatoria», cuya orientación impida que las víctimas regresen a sus casas «porque no saben a dónde acudir». Es entonces «cuando actúa el maltratador» para asesinarlas, apuntó.
Mercedes de la Merced, que presentó en Zamora la campaña de divulgación de la Asociación y de captación de socias, incidió en la importancia de la sensibilización permanente que prometió el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. «¿Dónde están las pulseras que se iban a colocar a los maltratadores para su control?; y ¿dónde, los teléfonos para que las víctimas puedan llamar a la policía?», preguntó la también integrante de la FAES, que concluyó que «son muchas las cosas por hacer».
Abordó otras cuestiones que preocupan a la mujer y que afectan al desarrollo de sus derechos y frenan su realización como personas, tales como la discriminación laboral, para cuya eliminación exigió al Gobierno cambios en el convenio colectivo, «que propicia en muchos casos» esa situación marginal. Y concretó que hay muchas mujeres desempeñando el mismo trabajo que los hombres pero con menor retribución y en categorías inferiores. Asimismo, solicitó que se dediquen fondos a programas de formación para reciclar y favorecer la integración laboral a aquellas mujeres que se vieron obligadas o decidieron criar a sus hijos; para las que han cuidado de sus mayores.
Se refirió también a la imprescindible conciliación de la vida familiar y laboral para evitar que las mujeres continúen renunciando a su ascenso profesional en favor de los hombres. Caminar en esa dirección implicará «crear equipos de trabajo para hablar de la racionalización de horarios de trabajo». Reprochó a Zapatero que aún no haya creado los 400.000 plazas de guardería prometidas mientras anuncia otras tantas. «Es hora de exigirle responsabilidades», dijo.
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