Alrededor de 200 agricultores y ganaderos catalanes se reunieron ayer en Ultramort (Girona) para celebrar la II Jornada del ‘Mobbing’ Rural organizada por los Jóvenes Agricultores y Ganaderos de Catalunya (JARC), que pretende alertar de las presiones que sufren muchos trabajadores del sector por parte de administraciones, propietarios y empresas.
En declaraciones a Europa Press, el presidente de JARC, Pere Rubirola, destacó que estas presiones "en muchos casos no voluntarias" provocan que muchos afectados acaben abandonando su trabajo en el campo.
"Este año se ha vivido especialmente con la sequía", dijo Rubirola, explicando que mientras los agricultores de determinadas zonas de Catalunya no podían regar sus campos, las restricciones no existían para empresas cercanas o el sector turístico. "Es un menosprecio hacia nosotros", criticó.
Durante la Jornada, que ya se celebró el año pasado, se premiará con el ‘Pagès d’Or’ –campesino de oro– a aquellas personas con hayan impulsado el diálogo y la resistencia, así como al político más comprometido, mientras que la intolerancia será castigada con el ‘Pagès de Palla’ –campesino de paja–.
Rubirola lamentó que antes del inicio del encuentro festivo, el Ayuntamiento de Ultramort enviara una patrulla de los Mossos d’Esquadra para revisar los permisos de la Jornada. "Se hace en esta localidad porque hay unos casos de campesinos con presiones por parte del Ayuntamiento –subrayó–, pero se lo han tomado muy mal".
No obstante, el presidente aclaró que no hubo ningún problema al tener los permisos correspondientes y ser una propiedad privada, y agradeció la colaboración de la Policía autonómica. "Hay nerviosismo por parte del Gobierno municipal porque se sabe que hay ‘mobbing’", acusó.
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