El ministerio público pide tres años de prisión para cada uno de los dos acusados de un delito de homicidio imprudente y otro contra los derechos de los trabajadores por no ofrecer las medidas de seguridad necesarias en la construcción de un pozo, que tras un desprendimiento causó la muerte de un empleado. El juicio se celebra hoy en el Juzgado de lo Penal 3.
Según la calificación del fiscal, a la que tuvo acceso Europa Press, D.M.H. encargó que hiciera un pozo en su finca de Pozoblanco (Córdoba) al otro acusado, F.R.P., que realizaba trabajos de albañilería. Una vez que comenzaron las obras, se procedió al anillado del pozo, ‘que se hizo sin que por parte de F.R.P. se realizara la entibación de las paredes o se adoptara cualquier otra medida de seguridad para evitar derrumbamientos’.
Este hecho, según el fiscal, fue también ‘consentido y observado’ por el otro acusado, quien ‘omitió cualquier instrucción tendente a garantizar la seguridad de los trabajos’. Así, sobre las 13.55 horas del 13 de mayo de 2005, cuando la víctima, peón a cargo de F.R.P., se encontraba trabajando en el interior del pozo, debido a la falta de las medidas de seguridad oportunas, se produjo un desprendimiento de tierra que sepultó al trabajador, causándole heridas tan graves que le produjeron la muerte de modo casi inmediato.
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