Los equipos de rescate chinos hallaron en las últimas horas otros 76 cadáveres en los escombros de una mina ilegal que se derrumbó esta semana, por lo que el número total de fallecidos asciende a 254 en el que es ya el peor accidente del sector en décadas, informó ayer la agencia Xinhua.
El accidente tuvo lugar el pasado día 8, cuando una montaña de escoria y piedras se desplomó debido a las lluvias sobre la mina Tashan, ubicada en el distrito de Xiangfen de la ciudad de Linfen, en la provincia norteña china de Xinfen.
La agencia oficial también informó de que dos de los líderes del gobierno local (Kang Haiyin, jefe del comité del Partido Comunista en Xiangfen, y Li Xuejun, dirigente de aldea) han sido apartados de sus funciones mientras se investiga su responsabilidad en la catástrofe.
Sin embargo, la principal víctima política del desastre es el presidente de la provincia de Shanxi, Meng Xuenong, ex alcalde de Pekín, quien anunció ayer su dimisión y a partir de ahora será sustituido por Wang Jun, según anunció la agencia Xinhua.
Se da la circunstancia de que Meng fue destituido en su época al frente de la alcaldía de Pekín, por haber ocultado información durante la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo y Grave de 2003, que paralizó la ciudad ese año.
Todavía no se ha podido identificar a 128 de los cadáveres, mientras que el accidente ha obligado a evacuar a más de mil habitantes de la zona afectada, donde un total de 268.000 metros cúbicos de sedimentos se desplomaron sobre un área de 30,2 hectáreas.
Un millar de personas trabaja en la búsqueda de víctimas y sólo queda por buscar en un 10 por ciento de la gran masa de escombros caídos, por lo que esperan terminar las labores de rescate en los próximos dos días.
Los supervivientes creen que todavía hay cadáveres por sacar del interior de la gran masa de tierra y rocas.
Tras conocerse la gravedad del accidente, el Gobierno chino puso en marcha a mediados de semana un mecanismo de investigación que incluye varios niveles gubernamentales y al sindicato único chino, mientras el presidente chino, Hu Jintao, prometía castigos ejemplares a los responsables del siniestro.
Según las investigaciones preliminares de la mina de Tashan, que carecía de licencias, la montaña de escombros había superado la capacidad del estanque que los contenía.
Las minas chinas, y en particular las de carbón, son las que registran un mayor índice de siniestralidad del mundo, con 3.786 muertos en el 2007, aunque esa cifra supuso un descenso del 20 por ciento con respecto al año anterior.
Se trata del peor accidente relacionado con el sector minero en décadas al superar al que en febrero de 2005 causó la muerte de 214 mineros en la provincia de Liaoning (noreste de China).
El peor accidente minero de la historia se produjo en abril de 1942 en la mina hullera de Benxi, en la misma provincia de Liaoning, donde una explosión causó la muerte de 1.549 trabajadores.
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