El ministro de Economía, Pedro Solbes, hizo ayer una defensa cerrada del sistema de indexación de los salarios que hay en España —relacionar las subidas en los sueldos con la inflación— sólo unas horas antes de que el Presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dibujara un negrísimo panorama para los países con este sistema: inflación aún más alta y aumento del paro.
El ministro español explicó, en el marco de la reunión informal de ministros de Economía de la Unión Europea (Ecofin) que se desarrolló durante dos días en Niza, que «el modelo de indexación español no parte de la inflación prevista sino del objetivo, lo que permite que con una inflación por encima del 4% se negocien incrementos salariales del 2% y, además, se tiene en cuenta la productividad».
Trichet, tras reconocer que el BCE no puede obligar a los países a cambiar el sistema de indexación salarial, afirmó que entrar en una espiral de precios-salarios como se hizo en los años setenta no apuntalará el crecimiento y la creación de empleo a medio plazo.
Por otra parte, los máximos responsables económicos europeos volvieron a insistir en que la receta a aplicar para la crisis es seguir con el Pacto de Estabilidad y aplicar las reformas estructurales contenidas en la Agenda de Lilsboa.
Además, la UE dio el visto bueno a que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) abra una línea de crédito de 30.000 millones de euros hasta 2011 para apuntalar las inversiones de las pequeñas y medianas empresas en el Viejo Continente.
Uno de los aspectos fundamentales de la reunión fue el avance político dado al aumento de la supervisión bancaria en Europa, con la idea de que haya más control sobre las operaciones que realizan las entidades antes de que estas se hayan producido, y no a posteriori, como han sugerido al gunos países.
Hacia una Europa más integrada
La ministra francesa de Economía y presidenta de turno del Ecofin, Christine Lagarde, explicó ayer que el avance hacia un control unificado de la supervisión financiera supone caminar hacia una Europa más integrada. Lagarde explicó que, si se cumplen sus planes, en 2012 las entidades tendrán que presentar un único informe de actividad aunque estén en varios países europeos.
Trichet añadió que ese aumento de la coordinación de la supervisión se debe producir no sólo entre los países europeos, sino también con los organismos del otro lado del Atlántico «dada la complejidad de los asuntos».
El máximo responsable de la política monetaria europea inistió en que, además, «hay que estar preparados ante cosas que no son previsibles, por la gran incertidumbre que hay en los mercados».
El comisario europeo de Economía, Joaquín Almunia, explicó que la próxima Directiva sobre requisitos de capital para las entidades financieras ya incluye mejoras en materia de supervisión.
El objetivo de este aumento de la supervisión es darle más transparencia en los mercados y, por ende, más confianza a los inversores.
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