Cuando un coche circula por la carretera en un día de lluvia y salpica, casi siempre salen más perjudicados los otros vehículos que el propio. De esta manera podía describirse el Expediente de Regulación de Empleo temporal (ERE) que esta semana ha anunciado la factoría de Ford en Almussafes y que dejará sin empleo hasta la introducción del nuevo Fiesta a 1.300 trabajadores.
Los empleados de una de las prinicpales factorías de la empresa automovilística son, desgraciadamente, los primeros afectados de esta línea de producción. Tras ellos, también tendrán que parar, "temporalmente", centenares de trabajadores de las múltiples empresas asociadas a Ford en el parque industrial Rey Juan Carlos I.
Aunque, con toda seguridad, quien más note el ERE de Ford sea la localidad de Almussafes. Desde su llegada en octubre de 1976, la factoría se ha convertido en el motor del municipio. No sería ninguna exageración decir que la evolución de Almussafes ha avanzado a la velocidad que marcaba Ford.
"De ahora en adelante, el objetivo más importante será diversificar las posibilidades de empleo", reconoce el teniente de alcalde, Albert Girona. Esto es, que toda la población no dependa del motor de Ford, cuya aportación ha sido "fundamental", como señala Girona, para el avance social y el progreso económico de Almussafes durante las últimas tres décadas.
Basta con mirar las cuentas municipales para evaluar la aportación de Ford a la bonanza de la que puede disfrutar Almussafes. A día de hoy, cerca del 60% de los 17,3 millones de euros del presupuesto de la localidad depende, directa o indirectamente, de Ford o de alguna de las empresas de su entorno. "Es lógico, por tanto, que cualquier problema económico de la factoría, tenga su repercusión en Almussafes", matiza Girona.
Antes de la llegada de Ford, tan sólo existía una entidad bancaria, un colegio, un parque, el mercado y el lavadero municipal. Con la llegada de Ford, las entidades bancarias se multiplicaron, se mejoraron las infraestructuras y se empezó a dotar al municipio de todos los servicios. La Casa de la Cultura fue una de las principales actuaciones que Almussafes abordó tras la llegada de Ford. Después llegó un avanzado y lujoso centro de salud y el polígono Rey Juan Carlos, considerado una de las zonas industriales más potentes de la Comunitat Valenciana.
Y el motor de Ford continuaba acelerando hasta convertir a Almussafes en el municipio con la renta per cápita más alta de la Comunitat. También su tasa de paro es una de más inferiores. A pesar de haberse incrementado como consecuencia de la crisis y rondar en la actualidad el 2,6%, en 2001 apenas superaba el 1%. Técnicamente, esta cifra se sitúa muy por debajo del 3%, que se considera ya plena ocupación.
No es de extrañar que desde la propia empresa se diga que "Ford ha sido una inyección de vida y de bienestar", para Almussafes. De ahí que ahora, cuando la "inyección" reduce la dosis, Almussafes pueda empezar a sufrir. Aunque previsiblemente sólo durante los próximos tres meses.
Fenómeno coyuntural
Tras el ERE anunciado por Ford esta semana, trabajadores, autoridades municipales y miembros del sector automovilístico a los que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, ponen énfasis en destacar el carácter coyuntural de la circunstancia.
Es cierto que históricamente la factoría de Almussafes ha efectuado parones técnicos. Especialmente, durante el período de transición de un modelo a otro. "Es posible que la coincidencia con la actual situación económica, de la sensación de que se trata de una crisis más profunda", puntualiza el teniente de alcalde, Albert Girona.
Por esta razón, ante un hipotético cierre en el futuro de la planta de Ford en Almussafes, Girona se muestra tajante. "Desde la multinacional, nos indican que se trata de una de las factorías más rentables de Europa".
Este mismo argumento también le sirve a Nicolás Agustín, el presidente del parque industrial Juan Carlos I, donde se ubica la factoría, para explicar el buen funcionamiento de Ford Almussafes y, de rebote, quitarle importancia a las cifras del ERE de 1.300 empleados.
"En las auditoría que cada año hace Ford de sus diferentes plantas, la sede de Almussafes es la única que alcanza el nueve en una escala del uno al diez". Es más, Agustín preconiza que el turno que ahora se suprimirá "se recuperará con toda seguridad".
Sin embargo, no parece hablar con la misma rotundidad cuando se trata de avanzar la futura ubicaión de los trabajadores tras el cese temporal. "En cualquier caso, se intentará ubicar a todos en las mejores condiciones".
Posiblemente, ahora el ERE afectará al colectivo más débil dentro del parque industrial. Jóvenes en condiciones precarias que durante tres meses esperaran la fecha del 17 de diciembre. A ver si para entonces, la gente vuelve a comprar coches y ellos a sus puestos de trabajos en Ford.
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