El comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, dijo ayer que el problema de España no es el aumento de los salarios por encima del nivel de la inflación sino la "bajísima productividad" que ha hecho que la economía española pierda competitividad respecto a otros países de la UE y "resta posibilidades de encontrar palancas de crecimiento en un momento en que el sector vivienda y otros sectores están acusando debilidad".
Almunia hizo estas declaraciones al ser preguntado por las últimas críticas realizadas por la Comisión Europea a la existencia en España de cláusulas de indexación salarial, al considerar que podrían aumentar las presiones inflacionistas. El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ha rechazado estas críticas y ha destacado que las cláusulas de revisión tienen en cuenta la competitividad.
"Si vemos la evolución de los salarios nominales en los últimos años, no han evolucionado por encima de la inflación en términos generales. Más bien en algunos años han evolucionado por debajo", explicó el comisario de Asuntos Económicos en declaraciones a la prensa al término de la reunión informal de ministros de Economía de la UE.
"El problema en el caso español es la bajísima productividad", que ha lastrado la evolución de los costes laborales unitarios y ha hecho que España pierda competitividad. Ello afecta a la balanza comercial y "nos resta posibilidades de encontrar palancas de crecimiento" tras el ajuste del sector de la construcción, indicó Almunia.
"Por lo tanto España no tiene un problema de aumento de salarios nominales por encima de la inflación. España tiene un problema de baja productividad", resaltó. Y reiteró la recomendación de la UE de que los salarios aumenten "en línea con la productividad".
Los comentarios están cerrados.