Los aumentos pasados de los precios del petróleo podrían desatar un espiral de precios y salarios en la zona euro, que tiene unas perspectivas de crecimiento modestas, dijo el consejero del Banco Central Europeo, Yves Mersch.
Mersch indicó que la presión de los precios que había persuadido al BCE a subir los tipos de interés a un máximo de siete años del 4,25 por ciento en julio estaba todavía presente y que era improbable que la inflación volviera al objetivo antes de 2010.
"La reciente caída de los precios del petróleo no elimina la posibilidad de que las subidas pasadas desaten un espiral de precios que dañaría el empleo y la competitividad", dijo Mersch en un informe del banco central de Luxemburgo.
Luxemburgo es particularmente vulnerable a los llamados efectos secundarios por los precios energéticos porque los contratos de trabajo ligan las subidas salariales a la inflación.
"El consejo de gobierno ha subrayado su determinación de evitar la aparición de semejante espiral inflacionista y asegurar el anclaje de las expectativas de inflación a medio y largo plazo a un nivel compatible con la estabilidad de precios", expresó Mersch.
La inflación en la zona euro fue del 3,8 por ciento en agosto, ligeramente por debajo del cuatro por ciento de junio y julio que supuso un máximo histórico, mientras que la economía se contrajo por primera vez entre abril y junio.
El BCE tiene un objetivo de inflación de cerca, pero por debajo, del dos por ciento.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo el miércoles que el crecimiento europeo sería débil en el tercer trimestre.
El BCE anunció una previsión de crecimiento del 1,4 por ciento para este año y del 1,2 por ciento en 2009, mientras que ve una inflación de cerca del 3,5 por ciento este año y del 2,6 por ciento en 2009.
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