Renault presentará mañana martes 9 de septiembre en una reunión extraordinaria del comité central de empresa un plan de supresión de 4.000 puestos de trabajo para adaptarse a la degradación de la coyuntura económica internacional, según adelantó ayer ‘Le Monde’.
El objetivo es lograr 3.000 bajas voluntarias del personal de la estructura de la empresa a los que se añadirían 1.000 más entre los puestos ligados a la producción de la fábrica de Sandouville, Normandía (Norte de Francia). Al haber registrado unas ventas por debajo de los objetivos fijados, el grupo se ve, asimismo, obligado a renunciar a algunos de sus proyectos futuros.
Tomando 2005 como año de referencia, la dirección de Renault calculó que el alza de las materias primas tendría un impacto de unos 1.200 millones de euros en los costes de venta en 2008 y de 2.200 en 2009, mientras que el deterioro de la competitividad de la zona euro sobre el margen operativo se ha evaluado en 434 millones en 2008 y en 634 en 2009.
Sin embargo, según el documento que se presentará mañana a las centrales sindicales, el objetivo del margen operativo de 2009 incluía 300 millones de provisiones que se han evaporado por la evolución del precio de las materias primas, de ahí que se necesiten acciones de productividad más allá de las previstas en el ‘Contrato Renault 2009’ si se quiere mantener la competitividad de la empresa.
La firma del rombo admite también que el objetivo de crecimiento no está al alcance de la mano. En el mes de julio, el presidente de la compañía, Carlos Ghosn, aventuró un déficit de 300.000 vehículos respecto a los 3,3 millones anuales previstos y el documento habla ahora de "una diferencia posiblemente mayor", sobre todo en Europa, zona donde los resultados comerciales podrían situarse un 62 % por debajo de los objetivos.
La empresa reconoce igualmente que la ofensiva de los nuevos modelos no permite volver a los niveles de 2005 y lo achaca sobre todo al Laguna que, a pesar de los avances de calidad que incorpora respecto a la generación anterior, se vende mucho menos de lo previsto. "La estimación de la demanda comercial ha pasado de 199.692 en el presupuesto anual de 2008 a 99.212 coches en julio", constata el texto citado por ‘Le Monde’.
Pero más allá del Laguna, la situación está siendo complicada en el conjunto de la gama y si para 2009 se esperaba una tasa de compromiso de empresas del 74 %, ahora no es más que del 50 %. Como consecuencia de todo ello, la dirección de Renault define la situación como "mala" en lo que a costes de fabricación y de distribución se refiere y "tensa" en logística y gastos generales. Además, Europa no es el único sitio con dificultades. El conjunto de Asia y Africa está un 56 % por debajo de los objetivos fijados en el plan de Ghosn.
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