El presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), Ignacio Buqueras, aconsejó ayer "una gestión adecuada" del tiempo para afrontar sin problemas la vuelta a la rutina tras el periodo estival.
Así, Buqueras defiende que "si todos tuviéramos el hábito de seguir unos horarios más racionales, tanto cuando estamos trabajando como en nuestro tiempo de vacaciones, la vuelta a la rutina del trabajo no debería representar ningún problema".
"Lo malo es que los españoles pasamos del todo a la nada sin ningún tipo de transición, y ahí es donde radica el problema. Debemos ‘ponernos las pilas’, como vulgarmente se dice", lamentó.
Por este motivo, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles acaba de publicar un decálogo con diez propuestas para facilitar la vuelta al trabajo y evitar los efectos del llamado síndrome post-vacacional.
Así, el documento apuesta por la puntualidad ya que permite aprovechar el tiempo y supone una muestra de respeto hacia el tiempo de los demás. El texto también aboga por aprovechar la jornada laboral, evitando dispersarse en otras distracciones que pueden alargar la jornada innecesariamente. En este sentido, aconseja no robar el tiempo de los demás con reuniones o actividades improductivas.
Otro consejo hace alusión a la importancia de ser puntual también a la hora de salir del trabajo, un aspecto imprescindible "para mantener alta la motivación". Asimismo, aspectos como la flexibilidad y la productividad resultan de vital importancia.
El documento lamenta que España sea uno de los países en donde los trabajadores pasan más horas en el trabajo, y sin embargo, es uno de los menos productivos de la UE por lo que apuesta por potenciar la cultura de la eficiencia más que la de la presencia. Otro punto importante incide en la reducción del tiempo de las comidas, que debería rondar los 30 ó 45 minutos, o una hora como mucho.
Por otro lado, el decálogo aconseja dedicar un espacio a la familia y al ocio ya que, al terminar las vacaciones, los ciudadanos tienen la impresión de vivir sólo para trabajar. Asimismo, aconseja dormir más porque síntomas como la impuntualidad, la baja productividad, la escasa motivación y otros problemas tienen su origen en los malos hábitos de descanso.
Finalmente, el texto apuesta por la necesidad de planificar el tiempo para poder aprovecharlo de un modo eficaz y reclama acabar con las jornadas "interminables".
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