Los contratos a personas con discapacidad en edad laboral han aumentado en 2007, un 34 por ciento respecto a 2003, y aunque esta subida es positiva ha sido calificada de "insuficiente" por la directora de Formación y Empleo de la Fundación ONCE, Josefa Torres.
En España, hay más de dos millones de personas con discapacidad en edad laboral, y a finales de 2007 un total de 90.308 tenían un contrato, lo que supone sólo el 4,5 por ciento de este colectivo.
En el 2003, la cifra de discapacitados con contrato era de 67.390, por lo que en estos cuatro años la contratación aumentó un 34 por ciento, según el informe del INEM "Mercado de trabajo de las personas con discapacidad, 2008".
Los puestos a los que acceden los miembros de este colectivo son, en general, de baja cualificación, aunque aumentaron más los contratos que requieren una mayor formación, su tasa de contratación indefinida es superior a la media (5 puntos más) y por regiones, el colectivo representa una mayor proporción de los contratados en el norte, recoge el estudio.
Torres ha señalado que el crecimiento de este colectivo se debe a una mayor sensibilización empresarial, mientras que para el informe una de las causas del aumento son las nuevas leyes que favorecen el empleo de este colectivo.
Los más contratados están en el grupo de entre los 35 y los 44 años, algo que explica Torres: "los jóvenes tienen una mayor formación y disponen de mejores habilidades sociales y laborales".
El mayor incremento en el número de contratos realizados se produjo en 2006, cuando aumentaron más de un 15 por ciento frente a la subida de casi un nueve por ciento durante 2007.
El incremento del empleo anima a buscar trabajo, ya que crea expectativas entres quienes creían que no iban a encontrar un empleo, ha afirmado Torres.
El 46 por ciento de los contratados son trabajadores no cualificados, el grupo más numeroso, por delante de los trabajadores de la restauración y los administrativos.
Informadores y recepcionistas en oficinas, cuidadores de niños, peones agrícolas y asistentes domiciliarios son las ocupaciones en las que más creció la contratación de este colectivo desde 2003, si bien las que siguen acaparando más contratados con alguna discapacidad son la limpieza de oficinas, hoteles y peones de industrias manufactureras, entre otros.
Las personas con discapacidad física firmaron el 55 por ciento de los contratos, frente al 16 por ciento concertados por personas con discapacidad psíquica, y un 15 por ciento con capacidad sensorial, mientras que las mujeres sólo obtuvieron el 38 por ciento de todos los contratos.
Ellas sufren discriminación por ser mujeres y por sufrir discapacidad, son víctimas de un mayor proteccionismo familiar, de estereotipos preconcebidos que obstaculizan su incorporación al trabajo y de la escasez de programas para fomentar su contratación, señaló Torres.
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