La Dirección de Inmigración del Gobierno vasco, adscrita al Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, manifestó ayer su postura "radicalmente contraria" a que se suprima la contratación de inmigrantes en origen y advirtió de que esta medida contribuirá a que haya más tráfico ilegal de personas.
En un comunicado, la Dirección de Inmigración del Gobierno vasco se refirió, de esta forma, al anuncio realizado por el ministro español de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, en el sentido de que propondrá que los contratos de personas inmigrantes en sus países de origen "se aproximen a cero".
Según precisó, la contratación de personas inmigrantes en sus países de origen "es una medida concebida, entre otras cosas, para el ordenamiento de los flujos migratorios relacionándolos con las necesidades de mano de obra del mercado de trabajo".
En ese sentido, insistió en que "prescindir de una medida de este tipo contribuirá necesariamente a un mayor desorden de flujos migratorios que la crisis económica no va a frenar, lo que se traducirá en más inmigración irregular, más tragedias humanitarias como la que ayer mismo conocimos en aguas canarias y más tráfico ilegal de personas".
Asimismo, desde la Dirección de Inmigración indicaron que, "a pesar de la crisis y del incremento del desempleo tanto en Euskadi como en el conjunto del Estado, seguirán existiendo diversas actividades y sectores económicos cuya futuro depende y dependerá en gran medida de mano de obra extranjera para cubrir puestos de trabajo mayoritariamente rechazados por la población autóctona".
Así, señaló que este es el caso en el País Vasco del cuidado en el hogar de personas mayores y menores, de diferentes actividades agrarias y de la pesca, entre otros.
INMIGRACION Y CRISIS ECONÓMICA
Por otro lado, consideró que es "profundamente injusto relacionar inmigración y crisis económica, como desde hace meses y de forma insistente hace el ministro Corbacho".
Según precisó, hasta la fecha, "las únicas medidas concretas con las que el Gobierno español pretende atajar una crisis que hasta hace escasas semanas se negaba a reconocer, tienen como objetivo a la población inmigrante que trabaja en Euskadi, medidas como la de ‘invitar’ y facilitar el retorno de personas extranjeras en paro a sus países de origen o esta, más reciente, de ‘aproximar a cero’ la contratación en origen de trabajadores y trabajadoras inmigrantes".
En su opinión, "no hay duda de que esta relación que el ministro insiste en realizar entre inmigración y crisis contribuye a un mayor rechazo de la población autóctona hacia las personas inmigrantes al sentirlas como una amenaza para su futuro".
Asimismo, afirmó que medidas como la anunciada ayer por Corbacho en el marco de la Comisión estatal de Seguimiento y Evaluación del Diálogo Social "son prueba del profundo giro de la política del Gobierno español en materia de inmigración, política cada vez más restrictiva de derechos, más reaccionaria e idéntica a la desarrollada en países gobernados por la derecha como Francia e Italia".
Por todo ello, la Dirección de Inmigración emplazó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a que desautorice públicamente al ministro de Trabajo e Inmigración "por su pretensión de acabar de forma unilateral con una medida que cuenta con un notable apoyo político y social como es la contratación de personas inmigrantes en sus países de origen" y que ha sido "respaldada en repetidas ocasiones tanto por el PSOE como por el propio Gobierno español".
Los comentarios están cerrados.