Comisiones Obreras considera que la caída del mercado automovilístico español no debe tener consecuencias sobre el empleo en los centros de fabricación de vehículos instalados en España, que destinan la mayor parte de su producción a exportaciones.
Así lo aseguró el martes el secretario de Política Industrial de la Federación Minerometalúrgica de CC.OO., Ramón Górriz, quien recordó que, pese al descenso de las matriculaciones, ningún fabricante ha anunciado recortes de plantilla.
A su juicio, "hay que huir del catastrofismo y no generar alarma social, sino hablar con rigor". En este sentido, destacó que más del 80% de la producción de vehículos se destina a la exportación, mientras que el mercado nacional está formado mayoritariamente por automóviles importados.
Tras admitir que los consumidores están retrayendo la decisión de comprar un coche por la coyuntura económica y los problemas de financiación, recordó que la industria española del automóvil "goza de buena salud y es potente".
"Además, en la negociación colectiva existen mecanismos de flexibilidad que permiten no recurrir a medidas traumáticas para los trabajadores" en caso de que fuera necesario recortar producción, añadió Górriz.
Por lo que respecta a las advertencias de algunas asociaciones del sector sobre la posible pérdida de 15.000 empleos en la distribución como consecuencia de la caída del mercado, Ramón Górriz sostuvo que los responsables de la situación no son los trabajadores, sino los acuerdos entre concesionarios y marcas.
En este sentido, abogó por replantear las relaciones existentes entre los fabricantes y sus distribuidores, al tiempo que denunció que hablar de la pérdida de 15.000 empleos genera una mayor alarma social.
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