Alitalia pidió el viernes declarar el estado de insolvencia y pasó bajo administración extraordinaria, como primer paso para salir de la grave crisis financiera, gracias a la aplicación de un plan que prevé su participación en dos y el surgimiento de una nueva compañía en manos de inversores privados italianos.
Sacconi, en una entrevista que publica «La Reppublica», esperó que los recortes de personal sean de menos de 5.000 puestos y se dijo convencido de que se llegará a un acuerdo con los sindicatos, porque «la alternativa en esta ocasión es realmente la quiebra». La salvación de Alitalia, que desde hace casi dos años está en proceso de privatización, pasa por la aplicación de la «plan Fénix», en el que no se cuantifican los excesos de personal, pero según medios locales podrían ir de 5.000 a 7.000 puestos.
Silvio Berlusconi, señaló esta semana que será necesario un «redimensionamiento del personal», pero aseguró que los trabajadores no serán abandonados, para lo que se prevén medidas de apoyo, acompañamiento y recolocación. Sacconi indicó que «aún no se puede saber» cuánto costarán dichas medidas y que dependerá, entre otros factores, de la edad de los trabajadores y del resultado de las acciones de recolocación.
El ministro ha convocado a los sindicatos representados en Alitalia mañana y señaló que el tiempo para negociar con ellos será «razonablemente breve». El consejero delegado del banco Intesa-SanPaolo, Corrado Passera, entidad asesora de Alitalia en su privatización y autora del «plan Fénix», dijo ayer que el acuerdo con los sindicatos será una condición necesaria para su aplicación.
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