Los vientos de crisis, cada vez más huracanados, que soplan sobre los indicadores económicos han puesto en alerta a los sindicatos de la Administración pública en Navarra que, en vista de la "situación de crisis evidente" y la previsible merma de ingresos que traerá para las arcas del Gobierno, han "ajustado" sus pretensiones para intentar salvar la negociación colectiva de 2008, y garantizar así el mantenimiento del poder adquisitivo de cerca de 28.000 funcionarios, entre personal del Gobierno foral, ayuntamientos y mancomunidades, que aplican la revisión salarial del convenio.
En un ejercicio de "realismo y moderación sin precedentes", dicen, los cinco sindicatos que integran la Mesa General de la Administración Pública se han puesto de acuerdo en una propuesta unitaria, únicamente para 2008, que ayer presentaron al Gobierno. En ella solicitan una subida del IPC real de Navarra, además del reparto de medio punto de la masa salarial (entre 4 y 4,5 millones de euros) de forma lineal entre toda la plantilla del Gobierno.
Los sindicatos aparcan así la que había sido su reivindicación estrella en esta negociación, especialmente para CC OO y AFAPNA (firmantes del último convenio): la instauración de un sistema de carrera profesional para todo el personal fijo de la Administración que aún no la tiene, unos 13.000 funcionarios.
La petición sindical se ajustaría, de esta manera, a la cuantía que ha ofrecido el Gobierno en la mesa durante estos diez meses de negociación. No obstante, el Ejecutivo planteaba un convenio a más largo plazo (cuatro años) para dedicar ese medio punto de mejora salarial sobre el IPC a financiar, con una parte del grado, la implantación de la carrera.
Junto a estos dos puntos, los sindicatos añade, en su propuesta, tres peticiones más en materias que el Gobierno ya había mostrado su disposición a abordar. Dos de ellas, incluso las propuso aprobar vía decreto (sin el concurso de los sindicatos). Una es el pago de la antigüedad (que no el grado) al personal temporal, como ya tienen los empleados estatales. Otra, la traslación a la normativa navarra de las medidas de conciliación aprobadas en el Estatuto de los funcionarios estatales y en la Ley de Igualdad para los asalariados.
Por último, los sindicatos piden acordar una Oferta Pública de Empleo (OPE) para reducir "los altos porcentajes de temporalidad" de la Administración. Un 36% del personal que trabaja para el Gobierno foral es contratado eventual. El Gobierno ya ha mostrado su disposición a sacar unas cuantas plazas a oposición, aunque la cifra suele engordarse más si hay pacto sindical.
Mantener la unidad de acción
"Es la primera vez que hay una plataforma final unitaria, y es muy ajustada. Es más o menos lo que teníamos en el acuerdo de hace dos años, pero sin la carrera profesional. Como estamos en épocas de vacas flacas vamos a aparcarla durante una temporada, hasta que la situación económica mejore", indicó ayer Juan Carlos Laboreo, presidente de AFAPNA, que criticó la "estrambótica" negociación llevada a cabo este año por el Gobierno.
"Queremos salvar la negociación porque cada año que pase sin convenio dificulta mucho más los acuerdos posteriores, pero no renunciamos a la carrera", aseguró Javier Barinaga, portavoz de CC OO, que calificó la propuesta de "responsable, moderada y realista".
Los sindicatos pretenden mantener esta unidad de acción, que se traducirá en movilizaciones en el caso de que el Gobierno no reabra la mesa negociadora para abordar un acuerdo en 2008, y en la preparación a partir de septiembre de una plataforma unitaria para los años 2009 y sucesivos.
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