La medida, que no contempla despido alguno y se basa en el recorte de turnos laborales, afectará a la fábrica de la compañía en Solihull (centro de Inglaterra), donde trabajan 5.000 personas.
Un portavoz de Land Rover, marca especializada en todoterrenos, rehusó precisar cuántos vehículos dejarán de fabricarse, pero indicó que se trata de un "pequeño porcentaje" de la producción anual de la empresa.
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