La actividad forma parte del programa de Voluntariado Ambiental de la Fundación Eroski y, en esta segunda edición, han participado 80 voluntarios, que han trabajado en los parques naturales del Alto Tajo (Guadalajara), del Delta del Ebro (Tarragona), de Monfragüe (Cáceres), de Doñana (Huelva) y en la reserva de las Marismas de Santoña (Santander).
Según explica la empresa en un comunicado, los voluntarios han realizado el seguimiento de especies y participado en su conservación, y han hecho diversas tareas destinadas a mejorar el uso público de las zonas protegidas, como trabajos de sensibilización, de limpieza, de arreglo y mejora de las instalaciones ornitológicas o de plantación de árboles.
La fundación organiza el Voluntariado Ambiental en colaboración con SEO Birdlife, asociación ecologista protectora de las aves y su ecosistema. Además de los 80 trabajadores de Eroski y Socios-Amigos de la fundación que han participado directamente, más de 200 personas se han interesado y llamado al teléfono de información habilitado para preguntar por la iniciativa.
"Es una oportunidad magnífica de conocer a otras personas y colaborar para que nuestro entorno esté bien conservado", afirma Isabel Calero, voluntaria madrileña de 45 años que ha colaborado en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña (Santander).
Cada año, Eroski da la oportunidad a sus empleados de participar en el programa de Voluntariado Corporativo en algunas de sus dos variantes: ‘Solidario’ o ‘Ambiental’, en las vacaciones de Semana Santa o en las de verano.
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