“El malestar existe entre muchos compañeros que se han sentido manipulados durante la negociación y que, por ello, van a recurrir a los tribunales”, explicó Jorge Martín, quien aseguró que la indemnización que van a recibir los afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE) es “ridícula” en comparación con lo que le correspondería “al tratarse de despidos y no de un fin de obra”. Y es que si se considerasen como ceses, la empresa debería abonar 45 días por año trabajado y no 25 que es lo que finalmente pactaron con los sindicatos (cinco más de los que les corresponderían si se tratase de finalización del servicio). Los representantes de CGT aseguraron ayer que entre las acciones que emprenderán a partir de ahora está, precisamente, la de “asesorar” a aquellos trabajadores que estén dispuestos a llevar su caso ante la Justicia.
Impugnarán el ERE
Igualmente, como ya explicara a este diario el pasado viernes, Martín manifestó la intención de su sindicato de “impugnar el ERE cuando sea efectivo ante la Autoridad Laboral”, así como la de “instar a las instituciones a que exijan a Qualytel que cumpla con los compromisos que adquirió cuando recibió dinero público”.
En su intervención ante los medios de comunicación, los representantes de CGT explicaron los motivos que les llevaron a desvincularse del convenio. Así, aseguran que, “Qualytel manipuló la negociación desde el principio, pues tenía claro el número de trabajadores de los que quería desprenderse. Además, en ningún momento documentó debidamente el fin de obra que argumentaba para justificar los despidos”. En tercer lugar, insisten en que detrás de todo este conflicto lo único que hay es un proceso de deslocalización hacia países latinoamericanos.
Bajas voluntarias
El tema de las indemnizaciones no es el único aspecto que indigna a los miembros de CGT. “No entendemos el hecho de que se hayan limitado las bajas voluntarias a tres por cada uno de los departamentos afectados, pues así habrá mucha gente que quiera salir y no pueda y otros que quieran quedarse y tengan que marcharse”, comentó Jorge Martín. Igualmente, mostraron su malestar “por que Qualytel no está siguiendo los procedimientos marcados en el Estatuto de los Trabajadores”. Este texto legal dice en su artículo 51 que “la consulta con los representantes legales de los trabajadores, quienes ostentarán la condición de parte interesada en la tramitación del expediente de regulación de empleo, tendrá una duración no inferior a treinta días naturales”, hecho que, según CGT, no se ha producido.
Conflicto UGT-CCOO
Los miembros de CGT prefirieron ayer mantenerse al margen del enfrentamiento que mantienen los dos sindicatos mayoritarios. “Si UGT quiere ahora decir que la manera de negociar de CCOO ha sido nefasta está en su derecho, pero una cosa está clara, el único que no firmó el acuerdo del jueves fue CGT. La firma de los representantes de UGT estaba en el papel que salió de la última mesa de negociación”, afirmó Jorge Martín.
FES-UGT criticó el pasado martes a través de un comunicado, la estrategia negociadora seguida por CCOO en todo el proceso. Asimismo, acusó al sindicato con más representantes en el Comité de “connivencia” con la empresa.
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