Según datos del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc), recogidos por Europa Press, la reducción de empleo ha sido constante desde 2003, cuando el sector contaba con unos 257.500 trabajadores, hasta 2007, que cerró con alrededor de 196.500, lo que supone un descenso del 23,68%.
El número de trabajadores disminuyó un 4,61% el pasado año, tres puntos menos que en 2006, cuando se redujo un 7,7%, y casi la mitad que en 2005 (-8,26%).
En cuanto a las empresas, el sector pasó de sumar aproximadamente 7.200 en 2003 a alrededor de 5.900 en 2007, lo que supone un descenso del 18%, en tanto que la facturación cayó un 14% en el mismo periodo, de 13.258 millones de euros a 11.390 millones.
No obstante, el pasado año se contuvo la tendencia descendente de la facturación, dado que, tras caídas del 8,91% en 2005 y del 2% en 2006, el volumen sólo retrocedió un 0,21% en 2007.
Las importaciones se elevaron en esos cuatro años un 41,9%, hasta alcanzar los 13.383 millones de euros en 2007, con China (20,7% del total), Italia (12,9%) y Turquía (8,3%) como principales suministradores. Las exportaciones alcanzaron los 7.814 millones de euros, con un avance del 21,4%, y con Portugal (14%), Francia (12,6%) e Italia (9,9%) como primeros destinos.
Según el estudio de Cityc ‘Valoración tecnológica del sector textil-confección español’, la evolución de esta actividad se ha visto marcada por la creciente globalización del sector, debido al crecimiento registrado en los países en desarrollo, en especial los asiáticos; el surgimiento de China como primer productor y exportador mundial; y, sobre todo, la creciente liberalización de los intercambios textiles internacionales, en enero de 2005.
El informe detalla que las empresas, ante el cambio en la situación del mercado provocado por la incidencia de los intercambios exteriores, han reaccionado para hacer frente a la creciente competencia. "Sin embargo, la rapidez e intensidad de los cambios no han permitido un ajuste suave, sino que ha provocado una intensa afectación en la producción y el empleo, tanto por el cierre de plantas productivas como por el redimensionamiento de las empresas que todavía se mantienen en activo", agrega.
DESLOCALIZACIONES.
El presidente de la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon), Angel Asensio, señaló recientemente que la caída del empleo en el sector se debe a la deslocalización de la producción hacia países como China, India, Corea, Túnez, Turquía, Marruecos o Bulgaria.
"Deslocalizamos lo que aporta menos valor añadido y dejamos en nuestro país la producción que genera más riqueza, como el diseño", explicó.
El Gobierno, con el objetivo de fortalecer este sector, tiene en marcha desde 2006 un Plan de Apoyo, con el que pretende contribuir a elevar su competitividad, manteniendo el mayor número de empresas y puestos de trabajo, así como paliar las consecuencias negativas que puedan derivarse para los trabajadores y para los territorios.
EL SECTOR EN CATALUÑA.
En una respuesta parlamentaria recogida por Europa Press, el Ejecutivo recuerda que en mayo de 2008 se han producido anuncios por parte de multinacionales acerca del cierre de diversas fábricas textiles y de despidos en el sector en Cataluña.
El Gobierno admite que el sector textil catalán se ha visto afectado por las reestructuraciones empresariales, pero considera que, lejos de haber perdido actividad en Cataluña, este sector ha buscado orientarse hacia otros enfoques como la distribución y la marca, de modo que "Cataluña sigue siendo uno de los centros de creatividad e innovación textil de España y Europa".
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