Eivissa y Formentera han pasado de no tener ningún inspector de trabajo a contar con tres que actúan de manera permanente en las islas. Si hasta marzo pasado los inspectores se desplazaban desde Palma con más o menos regularidad, desde ese mes, la visita de la inspección se ha convertido en algo más que probable en cualquier centro de trabajo. Fruto de esas acciones, los tres inspectores han abierto ya 102 expedientes en investigaciones por accidentes en el trabajo, 40 de ellos en la construcción y el resto en la hostelería que se llevarán a la fiscalía si se considera que ha habido una negligencia penal.
Además de estos expedientes, la inspección ha desarrollado en Eivissa y Formentera 610 acciones, que han sido también asesoramientos a empresas para mejorar la seguridad en el centro de trabajo, como las 160 iniciativas de acompañamiento que se han desarrollado desde marzo o las tutorías que se ofrecen a los centros de trabajo para incorporar medidas correctoras.
Desde la implantación de la inspección en las islas, la siniestralidad ha bajado dos puntos, como recuerda la consellera de Trabajo, Margarita Nájera, y se ha pasado de 39,3 al 37,42 siniestros por cada mil trabajadores entre marzo y el mes de agosto. «Hemos frenado esa situación que teníamos de absoluta locura», explica la consellera. Los números todavía son preocupantes, pero por primera vez ha bajado la siniestralidad en el trabajo en Eivissa: «Se ha parado un tren desbocado, ahora tocará darle la vuelta en la dirección correcta», resume Nájera.
También se ha pasado de nueve accidentes graves a sólo dos casos desde la implantación de la inspección. Nájera recuerda que, a su llegada al departamento, las Pitiüses lideraban la siniestralidad laboral en Balears, que a su vez registraban el mayor índice de accidentalidad del Estado, «un 30 por ciento por encima de la media». La titular de Trabajo señala que se trabaja siguiendo un plan estratégico que se redactó al inicio de la legislatura con los sindicatos y empresarios y se ha contado «con la colaboración intensa del Consell» en Eivissa. Nájera confía en que los datos «sean todavía mejores a final del verano».
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