Una de las ‘amenazas’ que presenta el verano para quienes desarrollan su labor bajo el sol o delante de una fuente de calor es el denominado ‘estrés térmico’.
Esta ‘patología veraniega’ tiene su definición en la carga de calor que se recibe y acumula el cuerpo, y surge de la interacción entre las condiciones ambientales, la actividad física y la ropa que se lleva, según un informe elaborado por el Ministerio de Trabajo.
Para evitar estas situaciones, los sindicatos han pedido hoy la adopción de diversas medidas, pues el exceso de calor corporal puede aumentar el número de accidentes laborables o el riesgo de padecer deshidratación o los peligrosos ‘golpes de calor’.
El portavoz de Sanidad de CCOO-PV en Alicante, Salvador Roig, ha explicado a Efe que los trabajadores que realizan su actividad al aire libre, en naves donde no hay buena ventilación o en cocinas, son quienes más riesgos tienen de sufrir estas patologías.
Iniciar antes la actividad diaria, especialmente en aquellos trabajos que se desarrollan al aire libre (construcción o carreteras), beber más agua e instalar zonas de sombra (mercadillos o invernaderos) son algunas de las propuestas sindicales.
En este sentido, la Federación de Construcción, Madera y Afines de CC.OO. ha instado a los empresarios de la construcción a que ‘acepten aplicar la jornada intensiva durante los meses de verano’.
‘No es comprensible que el Ministerio de Sanidad haya lanzado una campaña preventiva sobre los peligros del sol, mientras la autoridad laboral no media entre la patronal y los sindicatos a la hora de aplicar la jornada intensiva’, ha criticado Roig.
Por su parte, el secretario general de MCA-UGT de L’Alacantí, Manuel Jover, en declaraciones a Efe, ha pedido a las patronales que sean ‘más flexibles’ y ‘dejen a sus trabajadores comenzar la jornada unas horas antes para evitar las de más calor’.
De hecho, un informe elaborado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales considera que los empresarios deberían de tomar una serie de medidas preventivas para que sus trabajadores no padezcan el ‘estrés térmico’, como permitirles adaptar los ritmos de trabajo o disponer de sitios de descanso frescos.
Los propios trabajadores respaldan estas medidas.
Uno de los empleados de las obras de construcción del TRAM de Alicante ha afirmado a Efe que ‘se llevaría un poco mejor el calor si se trabajara desde las siete de la mañana hasta las tres de la tarde’.
Mientras tanto, muchos de los trabajadores que realizan su jornada laboral bajo ‘un sol de justicia’, como así lo expresan, no les queda otro remedio que ‘hacer de ingenieros’ para conseguir un poco de sombra y lograr tener siempre a mano agua fresca.
Marcos trabaja en el exterior, en las principales horas del sol, instalando paneles de chapa en las fachadas de los edificios.
Su creatividad ‘antiestrés térmico’ le ha llevado junto a sus compañeros a colocar una sombrilla a varios metros de altura para obtener ‘algo de sombra’.
María Asunción, de 45 años, pasa siete horas vendiendo fruta en un mercadillo de Los Arenales del Sol (Elche), ‘aguantando temperaturas insoportables’ y con un toldo improvisado.
‘La gente no viene hasta que la sensación de calor baja, pero hasta que llega ese momento siempre me pregunto qué hago aquí bajo este sol de justicia’, ha añadido.
Cerca de allí, en la playa, el abanico, la ingesta de fruta y el agua son los principales aliados de los socorristas, como Estefanía.
‘Pasas mucho calor porque tienes que estar más pendiente de los bañistas que del sol. Además, el uniforme que llevamos es muy grueso y no ayuda mucho’, ha agregado.
Al mismo tiempo, Elvira prepara en un restaurante de Alicante la comida para cientos de clientes entre temperaturas de 40 grados y sin ningún tipo de ventilador.
‘No podemos tenerlo, pues el aire movería cualquier sustancia que hubiera en el suelo o en el aire’.
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