«No sabemos qué es lo que ha pasado. La Junta lo sabrá y lo que hemos pedido es que nos dé mas información» afirma Silvia González, presidenta en funciones de la Diputación Provincial de Cáceres al preguntarle por la denuncia que está poniendo en entredicho la atención que se está prestando a niños tutelados por la Junta en el centro Julián Murillo. Silvia González comenta que el jueves pasado, a las tres de la tarde, llegó a Diputación información de la Junta en la que se señalaba que trabajadores de la Junta en el Julián Murillo se quejaban de la manera de actuar de trabajadores de Diputación con respecto a los niños. La Junta pedía a Diputación que abriera expediente a los trabajadores, y anunciaba que iba a pedir a Fiscalía que investigara. El viernes fue festivo, pasó el fin de semana, y el lunes Diputación ha pedido a la Junta más información.
En Diputación se quejan de que en el escrito que se les envió por fax no se indica qué trabajador hace la denuncia, no se especifica qué se ha hecho mal y no está lo bastante claro quiénes son los supuestos infractores, ya que unas veces usa iniciales y otras diminutivos, «no se sabe bien si son dos o son cuatro los denunciados», dice Silvia González.
La Fiscalía afirma que tuvo conocimiento de la denuncia el lunes, y que también ha pedido más información a la Junta. La denuncia ocupa sólo un folio.
No malos tratos
La Junta y la Diputación han recalcado a este medio de comunicación que los 29 niños de 1 a 6 años que son cuidados en el Julián Murillo están bien. La Junta ha recalcado que la denuncia no se refiere a malos tratos sino a una falta de atención.
Según ha podido saber HOY, la denuncia es de una trabajadora de la Junta que posiblemente ha empezado a trabajar en el centro hace poco por una sustitución, y se refiere a los supuestos castigos que han podido hacer tres trabajadores de la Diputación a algunos niños, siendo el castigo más grave el acostarles sin darles de cenar.
Fuentes de la Junta de Extremadura, de la Diputación y de tres sindicatos, han señalado a este medio de comunicación que la denuncia pone en evidencia las malas relaciones entre trabajadores del Julián Murillo.
Son 28 los educadores (la gran mayoría mujeres) que atienden a los 29 niños, y unos son de Diputación y otros de la Junta. Todos hacen el mismo trabajo, pero unos cobran más que otros, y también tienen un horario distinto. «Ese malestar entre los dos colectivos ya se ha visto en las mesas de negociación -comenta Juan Luis Plata, del sindicato Grupo Independiente de Diputación-. Unos no hacen turnos de noche, unos se van a las nueve y media de la noche y otros a las diez… y los sueldos son diferentes». UGT y CC.OO. también recalcan que hay mal ambiente entre los educadores.
La CGT comenta que es cierto el mal ambiente laboral, pero señala que parece que son fundadas las quejas por los castigos que ponen tres trabajadores, y anuncian que dentro de poco puede haber deficiencias en la atención a los menores en el Julián Murillo, «ya que 10 trabajadores de este centro, que son de la Junta, se van a trabajar a la guardería que se va a abrir en el Paseo Alto en Cáceres», indica un sindicalista.
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