Se trata de un ejemplo figurado de lo que a partir de septiembre empezará a ocurrir en medio centenar de oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE), donde la Junta está instalando cabinas de vídeo-currículum para que los parados puedan demostrar sus cualidades personales y profesionales en un formato multimedia.
Atrás queda la gran variedad de currículos de papel que, por sí solos, no son suficientes para comprobar las verdaderas aptitudes de quien busca empleo.
‘El objetivo es que el empresario tenga cada vez más información sobre el demandante de empleo’, explica a Efe la jefa del Departamento de Intermediación de la delegación provincial del SAE en Sevilla, Ana María Gómez, quien destaca el creciente interés por el vídeo-currículum, tanto por parte de los empleadores como por los desempleados.
La Junta de Andalucía, que ha invertido más de 380.000 euros en esta iniciativa, da así un paso más y se convierte en la primera administración pública que ofrece este servicio, totalmente gratuito, y del que disponen desde hace unos años algunas empresas privadas.
El SAE está instalando estas vídeo cabinas en aquellas áreas de las oficinas de Empleo donde los parados puedan tener cierta privacidad para dirigir, grabar y, por supuesto, interpretar su currículum ante una cámara que captará lo que más tarde, y a través de Internet, verá el empresario que busca trabajadores.
‘Pueden grabar hasta ocho minutos en total. Además, pueden borrar y reintentarlo hasta que les salga perfecto’, dice Gómez mientras explica que los demandantes de empleo pueden, además de presentarse y demostrar sus habilidades, escribir su currículum convencional con un ordenador que está en la vídeo cabina, capturar una foto y adjuntar la información que deseen con un dispositivo de memoria electrónico.
El sistema también permite añadir trabajos realizados por la persona demandante, documentos acreditativos y recomendaciones.
El empresario, que al igual que el demandante de empleo tiene que darse de alta en este servicio de intermediación a través de Internet, puede así acelerar la búsqueda de la persona adecuada para desempeñar el puesto de trabajo que ofrece.
Para evitar conflictos y cumplir con la Ley de Privacidad, el desempleado es el que autoriza a las empresas interesadas en sus servicios acceder a su vídeo-currículum para profundizar sobre sus conocimientos y aptitudes.
De este modo, el vídeo-currículum se convierte en un instrumento al servicio de los demandantes de empleo que buscan cada día más diferenciarse en un mercado laboral muy competitivo y con más parados a causa de la crisis económica.
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