El problema es que el SAS para cumplir los objetivos políticos que ha venido marcando la Consejería de Salud (decretos de plazos, nuevas prestaciones, etc.) ha necesitado contratar a miles de eventuales ya que las plantillas oficiales no eran suficientes. La consecuencia ha sido que durante estos años el SAS ha funcionado contratando un personal para el que no tenía presupuesto consignado. El resultado es que este año, el SAS lleva ya gastados, en personal, 480 millones de euros más de los 4.411 presupuestados. Un 10 por ciento más, por lo que los gerentes han dado una orden severa: recortar gastos. Y lo piensan hacer no renovando contratos a una buena parte de los más de 20.000 eventuales que trabajan en la sanidad pública andaluza.
José Luis Navas, del Sindicato Médico, dice que el SAS ya avanzó sus intenciones en la última reunión de la mesa sectorial y que luego la envergadura del asunto se destapó en Granada cuando ‘de la noche a la mañana se intentó despedir a 40 o 60 médicos de un hospital’. Luego la consejera de Salud, María Jesús Montero, dijo que había sido un error informático, pero los médicos saben que hay ordenes estrictas de reducir el gasto en el capítulo de personal que está desbordado. Navas asegura que ‘la situación económica del SAS es peligrosa por la importante falta de liquidez que padece’.
José Enrique Herrero, desde Satse Andalucía, concreta el problema de presupuestos del SAS: ‘Este año ya llevan gastados 480 millones más de los presupuestados para personal en el capítulo 1. Han sobrepasado el presupuesto en un 10 por ciento y han sido llamados al orden y a elaborar un plan de viabilidad que no es otra cosa que un recorte de las plantillas’. Herrero, al igual que Navas, se remite a la última mesa sectorial celebrada en la que el subdelegado de personal del SAS anunció que a quien se le acabe el contrato no se le renovará.
Satse estima que con este método al menos 6.000 de los 20.000 eventuales que tiene contratados el SAS se quedarán sin trabajo. Lo que no está claro es quién va a hacer las funciones de estos eventuales que si estaban contratados es porque existe una necesidad. El SAS ha gastado en personal este año 480 millones más de los que tenía en presupuestos Herrero explica que los presupuestos del Servicio Andaluz de Salud contemplan las nóminas de los fijos y de los interinos, pero no los eventuales, ni siquiera los que llaman ‘eventuales estructurales’ es decir que cubren una plaza o ejercen una función que se considera básica, parte de la estructura del sistema sanitario. Además de estos eventuales estructurales -que parece ser que están fuera de peligro de ser despedidos- luego hay un montón más de denominaciones para los contratos de eventuales, pero el nombre del contrato que se les hace no significa gran cosa ya que, según explican, si no hay cupo para hacer un tipo de contrato se hace otro de forma independiente de la labora a realizar. Esto quiere decir que el despido de muchos interinos puede desestabilizar seriamente servicios importantes para los ciudadanos.
Desde el Sindicato Médico, José Luis Navas explica que el desfase actual del SAS está causado por la política que se viene siguiendo desde hace al menos tres años de ‘contratar eventuales para suplir los déficits de plantilla’ en vez de adecuar las plantillas a las nuevas necesidades.
Además como hay muchos eventuales que llevan trabajando de forma continuada más de dos años, el SAS se verá obligado en noviembre, para cumplir una normativa estatal, a pagarles trienios y además en muchos casos les tendrá que pagar un año y medio de atrasos, ya que hasta ahora ha sido remiso a hacer estos pagos. Esto será un nuevo pellizco para la maltrecha bolsa del sistema sanitario andaluz.
De los 20.000 eventuales del SAS más de mil son médicos, muchos de ellos contratados específicamente para reforzar las guardias nocturnas (los llamados ‘búhos’ que salen baratos porque no cobran ni trienios ni complementos ni guardias sino solo el sueldo base de 1.400 euros y cubre 10 noches al mes) y otros contratados para que el SAS pudiera cumplir los decretos de plazos que ha venido sacando la Consejería y que obligarían al SAS a pagar la asistencia en la sanidad privada a quien no se atienda en fecha.
Otro problema al que se enfrenta el SAS con los eventuales es que el Estatuto Marco del Personal Sanitario dice que cuando un eventual lleva trabajando más de dos años su plaza ha de pasar a ser fija. Navas comenta que ‘aunque por ley esto es una obligación el SAS dice que no hay dinero para hacerlo’.
Con todos estos mimbres el sindicato Médico, igual que el Satse cree que antes de final de año estallará el conflicto.
Navas asegura que el Sindicato Médico no tiene nada que decir de los objetivos políticos que marca la Consejería, con muchos de los cuales como los decretos de plazos que benefician a los usuarios están muy de acuerdo. ‘el problema es únicamente laboral: cuando se marca un objetivo hay que poner los medios adecuados para alcanzarlo. No es posible que sea el personal del SAS el que cargue con la responsabilidad de cumplir esos objetivos sin que la Administración ponga los medios personales y materiales para ello. No puede ser a nuestra costa’, asegura.
Satse también se prepara para la batalla con los antecedentes de que ya este verano no se han cubierto las bajas en enfermería: o sea que los recortes ya están vigentes.
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