El Banco Central de Brasil confía en que la tasa de inflación del país regrese el próximo año al nivel del 4,5% que tiene establecido como objetivo, aseguró ayer en Nueva York el presidente de la entidad, Henrique Meirelles.
En una reunión con inversores y representantes del ámbito financiero organizado por la Cámara de Comercio Basileño-Americana, Meirelles señaló que recientes datos que indican una tendencia a la baja de la inflación "refuerzan (la idea de) que es viable reducir la inflación al objetivo del 4,5% en 2009".
El presidente del banco emisor brasileño subrayó además que hay señales de que la política monetaria "comenzó a afectar a las expectativas de inflación, controlando los efectos de su aceleración en 2008 respecto de lo que se preveía".
El Banco Central de Brasil tiene fijado un objetivo de inflación del 4,5% para este año y hasta 2010, con un margen de dos puntos por encima o por debajo de este nivel.
En junio la inflación había aumentado a una tasa anual del 6,37% y la subyacente se situaba en el 5,7%, explicó Meirelles en otro momento de su intervención.
Para combatir las mayores presiones inflacionarias, el banco emisor elevó en julio pasado el tipo de interés de referencia en 0,75 puntos básicos, hasta el 13%.
Resaltó que las expectativas de inflación habían aumentado desde los comienzos de año y se prevé ahora que se sitúe en el 6,44% en 2008, "ligeramente por debajo del techo previsto, pero orientándose hacia el centro del objetivo (4,5%) durante 2009".
Meirelles reiteró que la entidad "está comprometida" en llevar la inflación al nivel que se ha planteado.
Explicó que la previsión del mercado es que la inflación se sitúe en el 5% el año que viene, que descienda al 4,5% en 2010 y en 2011 y que baje al 4,45% el año siguiente.
Señaló que esos cálculos "son una indicación clara de la credibilidad del Banco Central" en su objetivo de situar la inflación dentro de los niveles que se ha marcado.
El presidente de la entidad subrayó también que la actividad económica en Brasil se mantiene "robusta" y que se beneficia de la estabilidad que ha mostrado durante los últimos años y de un mayor poder adquisitivo de los brasileños.
Otro de los factores que ha contribuido a ese comportamiento favorable ha sido la mejoría del empleo en los últimos años.
Meirelles recordó que en un periodo de un año, hasta junio, se habían creado casi 1,9 millones de puestos de trabajo.
Como consecuencia de la mejoría en el mercado laboral, la tasa de desempleo muestra una tendencia descendente y en junio se situaba en el 7,8%.
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