Más de 80 trabajadores de la empresa cordobesa Penibética de Cervezas y Bebidas, conocida como Sureña y Alhambra, comenzaron ayer una huelga indefinida para protestar por la postura "intransigente" de la propietaria de la empresa, Grupo Mahou, en la negociación del convenio colectivo, aunque no obstante garantizarán los servicios mínimos.
En declaraciones a los periodistas, el secretario del comité de empresa y delegado de CCOO, Fernando Ruiz Pérez, explicó que "Mahou se sigue negando a que se aplique a la plantilla de su fábrica en Córdoba el convenio colectivo de la matriz, al entender que Penibética de Cervezas y Bebidas no es parte del grupo".
Los trabajadores no están de acuerdo con este hecho porque, en su opinión, "además de ser la propietaria de la empresa, en ella se fabrican productos Mahou y las decisiones las toma la dirección de dicha compañía".
Ante la negativa de la empresa, la plantilla de trabajadores de Alhambra ha propuesto equiparar el nuevo convenio al de San Miguel, otra de las empresas adquiridas por Mahou y con la que la matriz ha firmado un acuerdo hasta 2014 al objeto de equiparar los convenios colectivos de ambas progresivamente.
Sin embargo, según señalaron, Mahou también se niega a esta pretensión y sólo ofrece una subida del IPC real más el 0,5 por ciento y exige un convenio con vigencia para los próximos cinco años, "una oferta totalmente insuficiente y discriminatoria para los casi 100 empleados de Penibética de Cervezas y Bebidas", que insisten en que si hacen el mismo trabajo que el resto de compañeros del Grupo Mahou deberían tener las mismas condiciones económicas, sociales y laborales.
En este sentido, el representante de los trabajadores indicó que el objetivo principal de los empleados es que, al menos, las diferencias salariales entre Penibética de Cervezas y Bebidas y San Miguel, que actualmente rondan entre los 11.700 y 22.700 euros anuales según la categoría laboral, no se incrementen en los próximos años.
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