Así, su incidencia entre los asalariados que hipotéticamente pueden estar interesados en acceder a la excedencia -colectivo de ocupados de 23 a 44 años de edad- es apenas de uno por cada 100.
La evolución de esta licencia laboral figura en la revista ‘Cauces’, editada trimestralmente por el Consejo Económico y Social (CES). Los autores del artículo, titulado ‘Empleo y cuidados familiares’, lamentan la escasa difusión pública de la información sobre este tipo de excedencia, figura jurídica que, a su juicio, permite conocer cómo se comporta en España el fenómeno de las retiradas temporales del mercado de trabajo por atención a personas allegadas. Mantienen que se trata de un dato importante para conocer mejor las características y necesidades del mercado laboral, sobre todo porque en España la contratación parcial pese a sus continuas modificaciones legales no despega.
Puesto de trabajo
La excedencia por cuidado de familiares es un derecho individual de los trabajadores, hombres o mujeres. Su duración máxima es de tres años por cada hijo y de dos, por otras personas hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad. El permiso computa a efectos de antigüedad pero sólo conserva el puesto de trabajo desempeñado hasta el momento de la acogida durante el primer año. Transcurrido este plazo, la reserva queda referida a un empleo del mismo grupo profesional o categoría equivalente.
En los últimos tiempos se han sucedido iniciativas y cambios normativos de diverso alcance, con intención de favorecer la igualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral, entre otras medidas, a través del reforzamiento de los instrumentos de conciliación de la vida laboral y familiar. La información del CES, basada en datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, permite una aproximación a las características del titular de esta excedencia.
El análisis desvela que en función del ámbito en el que se desarrolla la actividad laboral, 45.404 trabajadores del sector privado y 13.505 del público disfrutaron en 2007 del permiso, lo que representa un incremento del 28% y del 11,8%, respectivamente, en relación con 2005. El aumento obedece al propio crecimiento de la ocupación en los últimos años, particularmente en el caso de las mujeres, quienes son mayoritarias (frente a los hombres) en la interrupción de su carrera laboral para dedicarse al cuidado de terceras personas.
En cuanto a la duración, el tiempo medio de excedencia se sitúa en siete meses y medio, muy por debajo de la duración máxima reconocida legalmente. El periodo se amplía a ocho meses y medio en el sector público y baja a 6,7 en el privado. Sorprende el hecho de que en el área pública la excedencia de los hombres llegue a nueve meses y sea superior a la de las mujeres que utilizan sólo 7,7 meses. En el ámbito privado el permiso femenino supera en un mes al de los varones.
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