El encuentro, patrocinado por el secretario de Comercio de EEUU, Carlos Gutiérrez, y la alcaldesa de Atlanta, Shirley Franklin, cuenta con la participación de los presidentes de Colombia, Alvaro Uribe, de El Salvador, Elías Antonio Saca, y de Guatemala, Alvaro Colom.
Se trata del primer viaje a EEUU de Uribe tras el exitoso rescate de 15 rehenes en poder de la guerrilla colombiana el mes pasado, entre ellos tres estadounidenses.
Uribe aprovechará su participación en el foro para, una vez más, presionar por la ratificación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, que junto a los suscritos con Panamá y Corea del Sur permanecen estancados en el Congreso, bajo hegemonía demócrata.
El encuentro, entre el 17 y 19 de agosto, reunirá a más de 25 ministros de Comercio, empresarios y representantes de círculos académicos y de organizaciones no gubernamentales para discutir asuntos como ‘logística del comercio, viajes y turismo, alianzas de negocios y educación, y energía renovable y recurso y sostenibles’, señaló el Departamento de Comercio.
‘Me siento honrado de que los presidentes Uribe, Colom, y Saca, y otros distinguidos invitados se unirán a mí para discutir la importancia de la competitividad global’, dijo Gutiérrez, al anunciar la lista de invitados el pasado día 6.
‘Juntos hemos sido testigos de muchas reformas significativas y hemos experimentado un sólido crecimiento económico en el hemisferio, y sentimos que se puede hacer más para incrementar el estándar de vida de nuestros ciudadanos’, agregó.
De hecho, Gutiérrez ha llevado la voz cantante en la promoción del TLC con Colombia, y ha insistido en cada foro público en que el Congreso de EEUU debe ratificarlo antes de que concluya la 110 sesión legislativa.
El Departamento de Comercio no ha ocultado su frustración con los congresistas, quienes exigen de Colombia más progresos en el combate a la ‘parapolítica’ y la impunidad por la violencia dirigida a líderes sindicalistas.
En su página de internet, ‘www.commerce.gov’, mantiene un reloj que refleja la inacción del Congreso respecto al TLC con Colombia: han pasado 635 días desde la firma del convenio bilateral y, en ese período, las exportaciones de EEUU al país andino han recibido casi 1,2 millones de dólares en aranceles, que estarían eliminados si estuviera en vigencia el TLC.
Gutiérrez considera que hay una pequeña ‘ventana de oportunidad’ para que el TLC con Colombia salga a flote en el brevísimo periodo legislativa que se abre tras los comicios generales del próximo 4 de noviembre, y el foro en Atlanta sería plataforma idónea para presionar por el mismo.
Colombia es el principal destino en Sudamérica de productos agrícolas estadounidenses, y es el cuarto socio comercial de EEUU.
Según la Oficina de la Representante de Comercio Exterior (USTR), el intercambio comercial entre ambos países totalizó 18.000 millones de dólares en 2007.
El empuje del Gobierno de Washington a favor del TLC se enmarca en una lucha contra fuerzas proteccionistas dentro y fuera del Congreso: el sector privado se frota las manos ante la posibilidad de incrementar sus exportaciones, mientras grupos sindicalistas lo ven como una amenaza para la fuerza laboral estadounidense.
La implacable campaña de presión a favor del TLC, en la que participan muy activamente funcionarios de alto rango de EEUU y Colombia, también es parte de una estrategia comercial ante la ausencia de grandes avances en la creación de un Area de Libre Comercio para las Américas (ALCA).
El primer foro regional se llevó a cabo entre el 11 y 12 de junio del año pasado, también en Atlanta, durante el cual se planteó un plan de acción conjunta con el sector privado ‘para mejorar el estado de la competitividad en toda la región’.
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