Por municipios de origen de las personas que abandonaron España, destaca Málaga capital, con 12.865 personas, seguido de Marbella, con 1.315; Vélez-Málaga, con 1.165; Ronda, con 1.010; Antequera, con 812, y Estepona, con 657, según los últimos datos publicados en el Instituto Nacional de Estadística (INE) a fecha de junio de 2008.
Pese a ello, según señaló a Europa Press Jiménez, desde el año 2000 han retornado a la provincia 1.874, o lo que es lo mismo, se han emitido 1.874 certificados que acreditan la condición de emigrante retornado, un documento indispensable para solicitar cierto tipo de ayudas, como la prestación por desempleo (contributiva), la renta activa de inserción, el subsidio por desempleo o las ayudas de diferentes administraciones públicas a favor de los retornados.
La representante sindical dijo también que, según datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno de Málaga, destaca 2002 como el periodo en el cual se emitieron más certificados, con 370, seguido de 2003, con 283.
Con respecto a los países de donde viene la mayoría de los retornados, destacan los latinoamericanos (50 por ciento) y, más concretamente, Argentina (un 28,5 por ciento) y Venezuela (un 12,69 por ciento).
PROBLEMAS
La secretaria de Igualdad y Políticas Sociales de UGT Málaga precisó que el problema que se encuentran los que retornan es que ‘no todos cumplen los requisitos para ser acreditados como tales y tener acceso a los servicios y prestaciones específicos previstos para ellos’. Así, resaltó cuestiones como la adquisición de nacionalidad o la convalidación de títulos o de permisos de conducir.
Hizo hincapié en que el retorno de los emigrantes ‘es una constante histórica’; sin embargo, tal y como matizó, ‘las características que definen el retorno actual son diferentes a las de hace algunos años’.
‘En el origen del retorno de ahora están las graves dificultades económicas, sociales y políticas de los países de destino, pero, además, estas dificultades continúan en el proceso de inserción social en España y se incrementan cuando los que llegan a España son los descendientes de quienes un día emigraron’, explicó.
Ante esta situación, Jiménez propuso una serie de medidas como aumentar la sensibilidad de la opinión pública sobre los problemas propios de estos colectivos, incrementar también los recursos existentes para la integración sociocultural y laboral en la sociedad española y facilitar la inserción laboral de los trabajadores que presentan desventajas y dificultades para acceder y permanecer en el mercado de trabajo.
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