Al revisar la estrategia de la empresa, se corre el riesgo de tener que realizar cambios para poder adaptarla a la situación actual de la sociedad. Y apartar las viejas costumbres de la mente de los empleados es tarea difícil. Juan Carlos Cubeiro y Alicia E. Kaufmann, coordinadores de Coaching y diversidad (Ed. LID, 2008), buscan soluciones a ese problema.
La famosa guerra por el talento no ha hecho más que empezar, por lo que los empleados deben aprender a desarrollar y aprovechar todo su potencial. “El coaching es uno de los procesos más potentes para ayudar en el proceso de liderazgo”, porque no se puede llevar a cabo cualquier cambio en la compañía sin unas personas que señalen el camino al equipo.
Para que todo salga bien, el líder debe tener claro que su misión es conseguir el equilibrio entre la vida laboral y la personal del equipo que dirige. De esta forma, el grupo alcanzará el éxito. El ritmo de 24 horas al día, siete días a la semana se está convirtiendo en una constate. Y esto provoca amplias brechas en la vida personal de los trabajadores. Además, no se establece la equiparación entre la vida profesional y personal, llegando a parecer un imposible la buena marcha de ambas y las sesiones de coaching se convierten en parte de la vida cotidiana.
Nuevas incorporaciones
La sociedad actual, marcada de forma profunda por las nuevas tecnologías y los mercados, necesita empresas flexibles que sepan adaptarse e innovar de forma rápida y continua ante los cambios que se están produciendo.
La diversidad cultural, la incorporación al mercado de la llamada Generación Y, la necesidad de conciliar trabajo y familia… son sólo algunos de los elementos que las empresas deben de incorporar a sus agendas.
Reto para los directivos
Los directivos se enfrentan al reto de tener que superar su propia personalidad, las exigencias de los mercados y el éxito permanente que se les exige. Las empresas se encuentran con un modelo antiguo y con unas circunstancias que demandan el cambio para que el trabajador se adapte a ellas y a su renovación constante.
“Al sopesarlo detenidamente, nos damos cuenta de que nuestra experiencia interior viene determinada por las etiquetas que vamos poniendo sobre todo aquello que nos va sucediendo”, señalan Cubeiro y Kaufmann. Por ello se debe crear un programa de coaching enfocado a analizar primero los tipos de liderazgo que se van a necesitar y, por último, diseñar un programa de desarrollo de liderazgo.
“La diversidad aporta visiones distintas a las cosas de siempre”, señalan los coordinadores de Coaching y diversidad, y ayuda a descubrir soluciones a los problemas y a los retos. El coaching se convierte en una parte importante en la gestión del talento y del liderazgo de las empresas, porque afecta a su núcleo: las personas.
María Tapias
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