El análisis de la Encuesta de Población Activa (EPA) llevó a esta organización a concluir que el colectivo masculino fue el más afectado por los siniestros laborales, con una proporción que alcanzó el 6,27 por ciento frente al 2,98 por ciento del femenino.
No obstante, las mujeres padecieron más dolencias ocasionadas o acentuadas a causa de su labor profesional, al registrarse un 31,63 por ciento de los casos en este colectivo mientras que en el de los hombres llegó al 28,37 por ciento.
UGT destacó, además, la "disparidad" existente entre los datos recogidos por la EPA y el número de enfermedades profesionales reconocidas por el Ministerio de Trabajo, 936. La proporción de trabajadores del primer indicador revela que 104.500 empleados –24,41 por ciento– superaría el total de dolencias catalogadas.
A este respecto, este sindicato insistió en la relevancia de tener en cuenta que la actual organización del trabajo, los modelos de mando y los diseños de los empleos generan, según consideraron, una "elevada" incidencia de dolencias.
En esta línea, apuntaron que tres de cada cuatro empleados padecen estrés en su entorno laboral y, la misma proporción, tienen problemas de salud. Entre ellos, citaron la fatiga, dolor de cuello y cabeza, irritabilidad, sensación de agobio, insomnio, falta de concentración y dificultades oculares.
Por ello, solicitaron la inclusión de este tipo de enfermedades en el registro del Ministerio de Trabajo y apelaron a la actuación "diligente" de las mutuas a la hora de comunicar las dolencias, sin "obviarlas" o "camuflarlas". También reclamaron a la Administración gallega el cumplimiento de los ocho objetivos del Plan estratégico para la prevención de riesgos laborales 2006-2010.
Los comentarios están cerrados.