Tanto hombres como mujeres están dispuestos a viajar por motivos de trabajo, si bien ellos muestran una mayor disponibilidad, con un 48,5%, frente al 37,1% de las mujeres. Para el 44,1% de las mujeres, las condiciones del viaje son fundamentales para aceptar el desplazamiento, porcentaje que se reduce levemente, hasta el 41,7%, en el caso de los varones.
Aunque la movilidad en España sigue en cotas muy bajas, Randstad destaca que ésta lleva unos años creciendo de manera constante. El 28,2% de los trabajadores encuestados en este estudio estaría dispuesto a cambiar su residencia por un trabajo (ellos en un 32,43% de los casos y ellas en un 24,82% de las ocasiones).
Al igual que sucedía con la disponibilidad para viajar, las condiciones son las que determinarían la decisión final de los trabajadores, y los hombres, en general, se muestran también menos reacios al traslado (lo harían en un 32,43% de las ocasiones frente a un 24,83% de mujeres).
Según el estudio de Randstad, las zonas geográficas en las que los trabajadores presentan una mayor disponibilidad a la movilidad geográfica son León, donde los trabajadores con buena disposición al cambio suponen el 67%, Albacete (65,7%), Jaén y Baleares (64%), Baleares, Badajoz (62,9%), Alicante (54,2%), Santa Cruz de Tenerife (53,4%) y Almería (51,11%). Por su parte, en Burgos sólo un 4,1% de los trabajadores no es partidario de trasladar su residencia por trabajo, cifra que aún es inferior en Huelva, con el 3,3%.
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Por el contrario, las provincias con las tasas más altas de poca disponibilidad al cambio de residencia son Barcelona (19%), Castellón (17%), Córdoba (16%), Madrid (17,5%), Sevilla (14%), Tarragona (13%), Valencia (18%) o Zaragoza (20,8%).
Los expertos de Randstad atribuyen la escasa preferencia de los españoles por la movilidad geográfica a diversos factores, ente los que citan la cultura y el concepto de familia, la tradición de casa en "compra", la dificultad en varios tramos de edad para cambiar de puesto de trabajo, el empleo de la pareja o la inseguridad de no conocer cuáles serán las condiciones de retorno en un futuro.
Los más predispuestos a cambiar de residencia son los jóvenes, recién titulados y con un gran interés por desarrollar un aprendizaje rápido. Randstad señana que esto suele estar asociado a trabajos de tipo técnico en los que nuevas experiencias aceleran la carrera, permitiendo asumir responsabilidades progresivas.
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