El consejo constitucional francés aprobó ayer una reforma al código laboral, al autorizar que la semana laboral de 35 horas -que queda inamovible- pueda ser negociada individualmente entre patronal y sindicatos.
Las patronales podrán negociar por separado con los sindicatos jornadas laborales más largas. Además se permitirá trabajar más horas extras por año que hasta ahora. El consejo constitucional recomendó pequeñas modificaciones, que no podrán impedir la entrada en vigor de la ley.
El presidente Nicolas Sarkozy había prometido durante su campaña electoral que pondría fin a la semana laboral de 35 horas en caso de alcanzar la presidencia, para que Francia se volviera más competitiva. "Trabajar más para ganar más", rezaba su lema al respecto.
La semana laboral de 35 horas fue introducida en 1998 a instancias de los socialistas.
Los comentarios están cerrados.