El 22,5 por ciento de los pacientes que acuden a la consulta médica por problemas de salud en el trabajo lo hace por complicaciones visuales, en concreto el 13,6 por ciento lo hace por fatiga visual, mientras el 8,9 por ciento acude a revisión por alteraciones visuales como la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo, la presbicia o la anisometropía, por encima de consultas por estrés (8,7%) o depresión (3,9%), según se desprende de los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo.
En primer lugar sigue el "tradicional" dolor de espalda con un 20,4 por ciento de las consultas totales, pero el dolor de cuello, también frecuente, ha descendido al tercer lugar (19,7%) tras ser superado por los problemas visuales, "un dato que puede indicar que las condiciones de trabajo no siempre son las más adecuadas y saludables para los ojos, mucho más si tenemos algún problema refractivo sin compensar", afirmó el presidente de la asociación Visión y Vida, Javier Cañamero.
"Las conclusiones del estudio nos dicen que los españoles no damos la importancia que debiéramos a las revisiones periódicas de nuestra salud visual –apuntó Cañamero–. Debemos invertir esta tendencia y trabajar conjuntamente para que las revisiones visuales sean algo habitual y cotidiano, al menos una vez al año".
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