Las malas posturas, el sedentarismo o una alimentación desequilibrada influyen en el rendimiento de los trabajadores, con su consecuente efecto en las cuentas de beneficios de las empresas. De hecho, según los cálculos de la patronal del pequeño y mediano comercio de Cataluña (Pimec), el absentismo laboral -provocado en la mayoría de casos por la incapacidad laboral- cuesta más de 12.800 millones al sector cada año. Pero esta factura se puede reducir.
Ahora, tras la incorporación de la cultura de la prevención de riesgos en las empresas llega la hora de invertir también en la salud de los trabajadores, según apuntan desde la propia Pimec en su informe sobre Absentismo laboral 2002-2007 y la empresa especializada en programas de salud y bienestar integral Cigna.
La patronal catalana recomienda a las empresas en este punto planes de asistencia a la plantilla, programas de vacunación, de gimnasio o alimentación, así como establecer programas de revisiones médicas completas o revisar la ergonomía de los puestos de trabajo, programas que ya existen desde los propios departamentos de recursos humanos pero son costosos y requieren tiempo.
Sin embargo, "invertir en la buena salud de los trabajadores tiene un retorno de la inversión de 1 a 3", es decir que cada euro invertido revierte en un beneficio de 3, según afirma Carlos Hernández, director médico de Cigna en base a la propia experiencia de esta firma, que lleva quince años trabajando en Europa y hace un año que está instalada en España.
Esta compañía destaca la necesidad de establecer planes de mejora a partir de un estudio individualizado de los hábitos de los trabajadores. "Analizar la manera en que se alimentan, descansa o el nivel de estrés", establecer un diagnóstico y un tratamiento permite actuar en dos frentes que repercuten de forma directa en las cuentas de resultados: Evita enfermedades, con el consecuente ahorro de costes, y aumenta el rendimiento en el puesto de trabajo, asegura Hernández.
Sin embargo, "no basta con decirle a la gente que tiene que comer fruta", añade, hay que encontrar la manera de ayudarles en su entorno y de forma directa. "Mejor regálale dos piezas un par de veces por semana", aconseja. Para el director médico de Cigna, las mejores actuaciones huyen de la generalidad y son más eficaces cuanto más personales. Sobre todo si incluyen premio.
Por este motivo, hay compañías que optan por establecer premios ligados a la consecución de ciertos logros relacionados con los programas de bienestar. Entregar podómetros y conceder alguna recompensa a quien más pasos de a lo largo de una semana en una empresa en la que sus trabajadores sufran los efectos de una profesión sedentaria, por ejemplo, conciencia sobre la necesidad de hacer ejercicio físico más que una charla, comenta Hernández.
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