Según informó el secretario general de FSP-UGT de Castilla y León, Antonio Domingo Bodelón, cerca de 2.000 empleados de la administración pública de León son susceptibles de sufrir acoso laboral. En torno a un 20%, fundamentalmente en el ámbito sanitario, docente y asistencia, es decir, aquellos puestos de trabajo centrados directamente con el usuario. «Las administraciones tienen muy olvidado este tipo de situaciones cada vez más a menudas. El problema es que los factores de riesgos son menos objetivables y requieren de procesos más complicados. Tenemos que darnos cuenta de que existe un problema y no se le presta atención», explicó Bodelón.
El servicio está dirigido a todos aquellos trabajadores, que por causas personales y profesionales, estén viviendo una situación difícil en el ámbito laboral. El gabinete ofrece, de forma gratuita para todos su afiliados, atención psicológica en la sede del sindicato de la capital los miércoles de 9.00 a 14.00 horas y, una vez cada quince días, el psicólogo se traslada a Ponferrada, donde se espera que en los próximos meses sea posible abrir un gabinete para ofrecer una atención más cercana. Así mismo, ponen a disposición de todos los trabajadores un teléfono de atención, el 987.070400, con el objetivo de ayudar y erradicar el problema del acoso laboral. Desde que el pasado mes de enero entrara en funcionamiento el gabinete psicológico de la UGT, Alfonso Rodríguez, ha sido el psicólogo que ha estado al frente de este servicio.
A través del sindicato, los pacientes programan una primera consulta, donde se hace una valoración del caso y se empiezan a establecer los primeros procesos terapéuticos y diversas orientaciones de índole social, laboral y jurídico. «La sanidad pública se estanca en curar al paciente y nuestro trabajo no se quiere centrar únicamente en terapia psicológica. Al ser desde un sindicato iniciamos las actuaciones pertinentes para investigar este tipo de situaciones, denunciarles e intentar prevenir y solucionarlas», explicó Rodríguez.
Miedo y vergüenza
El miedo, el aislamiento al que se a veces se ven sometidas, la complicidad temerosa y el silencio por parte de sus compañeros, son las principales características de las personas que sufren acoso laboral. El objetivo es que los pacientes pierdan el miedo y conseguir que con las terapias recuperan su autoestima para responder, no sólo psicológicamente, sino desde un punto de vista laboral y judicialmente a este tipo de amenazas y violencia. «El acoso laboral se debería denominar terrorismo laboral, porque no se trata sólo de agredir a una persona, sino que muchas veces es generar miedo y terror».
Así mismo, estas víctimas sufren un sentimiento de culpabilidad. En toda situación de afectación psicológica el paciente cree que el paciente es el culpable de la situación. Donde el aislamiento, a veces generado por el miedo de sus compañeros, les hace generar, además una situación de vergüenza. Para conseguir que estos pacientes olviden el miedo y puedan afrontar este tipo de situaciones, Alfonso trabaja con terapias de tipo psicológico, en este caso, con una orientación de tipo cognitivo-conductual, donde las patologías que fundamental se presentan, son síntomas de depresión y ansiedad.
El gabinete viene ofreciendo a cada paciente en torno a las cinco sesiones iniciales para que posteriormente puedan acudir a la red de asistencia pública.
Las terapias ayudan al paciente para que afronte el problema y pueda dar el primer paso para regresar al trabajo, aunque en ocasiones se complica la tarea. «Nos hemos encontrado casos de personas que están dispuestos a renunciar a sus puestos de trabajo y sus derechos de indemnización y paro, con tal de no volver a soportar esta situación de acoso. Sin embargo, nosotros tratamos de enfocar los temas de manera que los pacientes puedan, no solamente volver a su puesto de trabajo, sino encararlo y afrontarlo con una mayor seguridad en si mismos», explicó el psicólogo de la UGT, quien seguirá trabajando para ayudar a todos aquellos trabajadores que se vean afectados por acoso laboral.
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