Cientos de miles de trabajadores sudafricanos secundaron ayer la huelga de un día convocada por el Congreso Sindical de Sudáfrica (COSATU, siglas en inglés), en protesta por la acelerada subida de precios en el país.
Durante el paro, el mayor en los últimos años, grupos de manifestantes salieron a las calles en las principales ciudades, especialmente en Pretoria, donde se concentraron frente al Parlamento, para protestar por el encarecimiento, sobre todo, de los alimentos y combustibles.
Los participantes en la protesta, con pancartas del COSATU, que tiene dos millones de afiliados, danzaron ante los edificios del Legislativo y corearon consignas en contra de la subida de los precios de la electricidad y la gasolina.
Muchos colegios, comercios y fábricas se vieron forzados a cerrar sus puertas debido a que el sistema de transporte público y los taxis colectivos, que utiliza gran parte de la población trabajadora, no funcionaron en las principales ciudades del país.
La compañía Metrorail suspendió todos sus servicios entre la capital administrativa, Pretoria, y la primera ciudad sudafricana, Johannesburgo, por falta de personal.
"Normalmente intentamos asegurarnos de tener un personal mínimo por las mañanas, pero hoy los conductores no se han presentado", dijo el portavoz de la ciudad de Johannesburgo, Nthatisi Modingoane.
Miles de personas esperaban en las paradas de taxis y autobuses de todo el país, algunas para trasladarse a sus puestos de trabajo, otras para participar en las manifestaciones de COSATU convocadas en numerosas ciudades de Sudáfrica, según los medios locales.
Entre otras muchas, la fábrica de vehículos Volkswagen de la provincia sudafricana de Eastern Cape tuvo que cerrar sus puertas por la ausencia de sus empleados.
La oficina de Tráfico de Sudáfrica instó a los conductores de vehículos privados que no se acercaran a los centros de las mayores poblaciones del país, como Ciudad del Cabo, Durban y Pretoria.
El paro de ayer es continuación de una serie de huelgas regionales y provinciales que durante el pasado mes afectaron especialmente a la minería, una de las principales fuentes de ingreso del país.
Los comentaristas económicos no dieron mayor importancia a las consecuencias económicas de la huelga, puesto que un sólo día permite una rápida recuperación.
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