El presidente del Gobierno balear, Francesc Antich, insistió ayer en que la capacidad de actuación del Ejecutivo en Spanair es ‘limitada’, aunque subrayó que seguirá ‘manteniendo conversaciones’ con esta compañía aérea, después de su decisión de eliminar su base de Palma, lo que afectará a 600 trabajadores de Mallorca.
Tras reunirse en el Consolat de Mar con el presidente del Círculo de Economía de Mallorca, Alexandre Forcades, Antich subrayó que el Gobierno balear únicamente puede hacer algunas actuaciones ‘colaterales’ que afectan a las aerolíneas en temas específicos, como en materia de formación.
En este sentido, recordó que el Ejecutivo balear ‘ni puede crear compañías aéreas propias, ni puede hacer actuaciones que vayan en contra de la competencia de otras aerolíneas que no están pasando por los mejores momentos’, debido al incremento del precio del petróleo.
No obstante, aseveró que las consejerías oportunas deberán actuar teniendo ‘muy en mente’ a los trabajadores de Spanair y, por tanto, ‘pensando mucho en esta gente’. ‘Sin perjuicio de que nunca cerramos ninguna puerta, seguiremos manteniendo las conversaciones con Spanair, pero tenemos una capacidad de actuación limitada’, recalcó Antich.
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