Las mujeres siguen teniendo más dificultades para hallar empleo y, cuando lo hacen, su posibilidad de encontrarse con un trabajo temporal es mayor que la de los hombres. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Empleo (Inem) sólo el 8,8% de los contratos hechos en julio a mujeres fueron indefinidos, cifra que no contribuye precisamente a mejorar las tasas de temporalidad femenina, diez puntos más elevada que la masculina.
Pese a que la crisis de la construcción, sector masculinizado casi en un 90%, comienza a matizar las diferencias entre hombres y mujeres en el reparto del empleo, los datos siguen reflejando algunas diferencias importantes entre ambos sexos. Y ya no sólo en cuanto a las retribuciones (un 20% inferiores en el caso de las mujeres), sino en el tipo de contrato y, por supuesto, en la distribución de la masa laboral por sectores.
Así, de las más de 77.700 personas ocupadas en la industria navarra, 60.200 son hombres y sólo 17.500 mujeres, disparidad que repercute de manera directa en el reparto salarial global, al ser la industria el sector que, con casi 4.000 euros de diferencia al año, mejor paga. Tras él se sitúa la construcción, con 31.800 hombres ocupados y apenas 3.500 mujeres y, finalmente, los servicios. Este sector engloba actividades particularmente diversas, si bien en Navarra la presencia de los servicios de alta tecnología -los mejor retribuidos- sigue siendo baja. Es el sector más feminizado de todos, con casi 100.000 mujeres y 66.200 hombres.
diferencias al alza Ése es el panorama general del empleo por sexos, pero en el caso concreto de las mujeres el análisis permite obtener conclusiones significativas. Así, si los efectos de los sucesivos planes de empleo en la evolución de la temporalidad no pueden ser considerados como satisfactorios, en el empleo femenino resultan simplemente desoladores: de una tasa de temporalidad del 29,6% en 2005 se ha pasado a otra del 33%. Esto supone 10,3 puntos más que la tasa masculina, situada según la última Encuesta de Población Activa en el 22,7%. En estos tres años, en Navarra se han creado unos 13.600 puestos de trabajo fijos, de los que 8.200 (un 60,2%) corresponden a hombres y unos 5.400 (39,8%) a mujeres. Sólo en los últimos meses, como consecuencia de la destrucción del empleo ocasionada por la crisis económica, parece que comienza a reducirse la tasa de temporalidad, en la que Navarra apenas consigue despegarse de la media española.
La mayor tasa de temporalidad femenina no tiene tanto que ver en el caso concreto de Navarra con el sector privado como con el público, mucho más dado a la contratación eventual. Sólo en el Departamento de Educación existen más de 3.000 profesionales interinos, con un porcentaje también superior de mujeres que de hombres, situación que se repite, de modo aún más desproporcionado, entre el personal sanitario.
De esta manera, en los últimos tres años, el número de mujeres con contrato temporal en la Administración ha pasado de 7.800 a 11.100, lo que supone un incremento del 42,3%. Por el contrario, en el caso de los hombres, la plantilla de eventuales ha pasado de unos 3.300 a 3.400 contratados, un alza de apenas el 3%. Todo esto supone que la temporalidad femenina alcanza un 44%, 20 puntos más que la masculina.
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