El Gobierno británico presentó ayer un plan para identificar y penalizar a las empresas que se aprovechan de los trabajadores en situación vulnerable, con el objetivo de limpiar los ‘rincones oscuros’ del mercado laboral.
La nueva estrategia, presentada por el secretario de Estado de Relaciones Laborales, Pat McFadden, constará de una campaña para dar a conocer a los obreros sus derechos y una línea telefónica a la que podrán llamar para denunciar a los explotadores.
Una Junta para un Empleo Justo se encargará de coordinar las medidas incluidas en el plan, cuyo objetivo es acabar con los jefes sin escrúpulos que pagan menos del salario mínimo o ofrecen pésimas condiciones laborales a personas que, por su situación particular, no pueden defenderse.
Las áreas que cubre el plan gubernamental son el salario, las condiciones de salud e higiene, agencias de trabajo y el crimen organizado.
Además de ofrecer más información y canales de denuncia, el Gobierno tiene previsto doblar el número de inspectores laborales, que tendrán además más competencias, y aumentará las penalizaciones a las agencias.
‘Existen aún rincones oscuros en el mercado laboral donde los empleadores sin escrúpulos buscan maltratar a los trabajadores, y debe hacerse más para salvaguardar los derechos de la gente,’ dijo McFadden.
Un informe auspiciado por el Gobierno, en el que participaron sindicatos, empresarios y agencias oficiales -que también estarán integrados en la Junta-, reveló que hay un gran desconocimiento entre los trabajadores sobre sus derechos o el posible incumplimiento por parte de los empleadores.
Los sindicatos apoyan las medidas presentadas, pero creen que son insuficientes, ya que no se aplicarán a sectores tan abiertos a la explotación como la construcción, la hostelería y el cuidado de personas.
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