Los trabajadores de la planta sevillana de Central Lechera Asturiana (CLAS), afectados por un expediente de regulación de empleo, están llamados hoy a la primera jornada de paros parciales de carácter indefinido convocados por CCOO y UGT, que plantean para mañana un paro de cuatro horas y una marcha a pie por el centro de la ciudad, ya que la salida de CLAS de esa planta "es clara, no tiene marcha atrás y no se va a retirar el ERE".
Esta convocatoria se efectúa después de que sindicatos y empresa no llegaran ayer a un acuerdo en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos (Sercla), donde no hubo avenencia puesto que, según indicaron a Europa Press fuentes de la empresa "el ERE se mantiene y no se retira ni se pierde la esencia de ese expediente".
Los trabajadores, por su parte, consideraron que lo que presenta la empresa "no tiene razón de ser, al dejar claro que abandonan la producción", cuando a juicio de los representantes de CCOO y UGT en el comité de empresa "la empresa podría llegar a un acuerdo con los posibles compradores y luego podría efectuar una subrogación, con lo que se evitaría el ERE".
"La empresa mete una presión ilógica a los trabajadores en un asunto donde ha mostrado una gran insensibilidad y donde quiere ganar lo máximo posible con la venta de la empresa", lamentaron a Europa Press los dirigentes sindicales.
De esta forma, ambos sindicatos pararán hoy la actividad de la planta de 10.00 a 14.00 horas, una protesta que se completará con una manifestación que irá de la Puerta de Jerez a la Plaza Nueva. Las movilizaciones se repetirán de forma indefinida los lunes y viernes, con paros de dos horas, y los miércoles, con paros de cuatro horas.
El dirigente de UGT Juan Carlos García resaltó a Europa Press que los sindicatos van "en sintonía" en estas movilizaciones, donde rechazan "de pleno" el ERE, agregó el presidente del comité de empresa, Antonio Escudero, para quien la empresa "no está actuando moralmente como debiera y sólo mira por sus intereses particulares".
En ese sentido, los portavoces de la empresa en esta negociación indicaron a Europa Press que, mientras los trabajadores piden la retirada del ERE, la empresa "busca otras alternativas y de hecho se ha puesto sobre la mesa la vía intermedia de acometer una suspensión temporal de empleo, como una fórmula para ganar más tiempo a que las negociaciones con un posible comprador puedan cerrarse".
No obstante, los portavoces de la empresa dejaron claro que "esa suspensión no significa retirar el expediente, sino que el ERE se mantiene". "No vamos a retirar el ERE porque siempre habrá personal que vaya a estar afectado por este ERE, como el personal de la zona de Levante, Centro o Barcelona que está esperando una respuesta por parte de la empresa".
"Buscamos fórmulas para evitar agobios porque existiera un corto plazo para la negociación en torno a la compra", añadieron estas fuentes, que precisaron que con la suspensión temporal "los trabajadores seguirían vinculados a la empresa y cuando se llegara a un acuerdo se retomaría el ERE; queremos que sea todo muy negociado y acordado".
Agregaron que pasaron el contenido de la propuesta de suspensión temporal a los trabajadores para analizarla en la próxima reunión, ante lo que los trabajadores consideraron que no les parece correcto "pues con la suspensión que han presentado iríamos al paro del uno de septiembre al 31 de diciembre sólo con lo que nos toca de desempleo, pero sin ninguna compensación más".
NEGOCIACIONES CON OTRAS EMPRESAS
Sobre las negociaciones con otras empresas interesadas para la compra de la planta sevillana, la empresa reconoció que "es una negociación tremendamente compleja y debe mantenerse la cautela y la prudencia por parte de todas las partes interesadas, debe llevarse con discreción para dar tiempo a que las partes puedan sentarse a hablar". Por ello, pidieron que "no haya elementos externos que nos distraigan de los esfuerzos en la negociación para buscar una salida de futuro a estos trabajadores afectados por esta reestructuración".
Sobre estas negociaciones, los trabajadores indicaron que "lo que está claro es que Central Lechera Asturiana abandona la producción y que el futuro está en el nuevo comprador, tras lo que reconocieron no saber nada de ofertas como la apuntada de Nueva Rumasa.
El grupo de empresas Nueva Rumasa, propiedad de la familia Ruiz-Mateos, es una de las empresas que mayor interés han mostrado en la adquisición de la fábrica sevillana de yogures y postres de la Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), propietaria de la marca Central Lechera Asturiana, según indicaron a Europa Press fuentes de la negociación.
Central Lechera Asturiana, que presentó un expediente de regulación de empleo que afecta en torno a 200 empleados de Capsa a nivel nacional, de los que unos 165 son en Andalucía, ante la falta de demanda de dicha línea de productos, en concreto de yogures y postres, cuya central de producción se encuentra en Sevilla.
El expediente afecta a unas 200 personas de la línea de yogures y postres de CLAS y sus delegaciones comerciales, situadas en Madrid, Cataluña, Levante y Andalucía, donde se ubican el mayor número de trabajadores.
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