A caballo entre una oficina y un café, los locales de "coworking" están ganando adeptos a medida que crece en EEUU el número de autónomos y el de personas que trabajan por cuenta ajena pero desde casa.
Según los últimos datos facilitados por la oficina federal de estadística, entre 2000 y 2005 se registraron 4 millones más de empresas compuestas por una sola persona.
Paralelamente, la subida de la gasolina está animando a muchos empleados de EEUU -donde es habitual vivir a muchos kilómetros de la oficina- a negociar con sus empresas para poder trabajar parcialmente desde casa.
Se calcula que unos 26 millones de estadounidenses trabajan desde sus domicilios al menos un día a la semana, lo que equivale al 18 de la población con empleo en el país.
Pero tener el despacho a pocos metros del sofá del salón también cansa. La falta de compañeros y de una clara división entre el espacio de trabajo y ocio puede ser psicológicamente dura para muchas personas.
Una solución sencilla y económica es el "coworking" y los locales que ofrecen este servicio están multiplicándose en las grandes ciudades de EEUU.
Con tarifas que rondan los 250 dólares (160 euros) al mes, estos lugares ofrecen al "beduino informático" -como se conoce popularmente a sus usuarios- mesa, conexión a Internet, café gratis y, lo más importante, la posibilidad de relacionarse con otros profesionales en su misma situación.
Por algo más de dinero, los miembros tienen derecho a utilizar otros servicios como salas de reuniones o, incluso, la posibilidad de tener mesa garantizada o acceso al local las 24 horas del día.
En Sandbox Suites, uno de los muchos lugares de San Francisco dedicados al "coworking", las tarifas van desde 20 dólares al día para los visitantes espontáneos hasta los 545 dólares (348 euros) al mes para aquellos que quieren disponer de un escritorio propio y permanente.
"Desde que empecé a trabajar aquí hace cinco meses el número de visitantes no ha parado de crecer y no parece que la tendencia vaya a cambiar", dijo a Efe Dominick Del Bosque, uno de los encargados de Sandbox Suites y realizador de cine independiente.
Muchos de los asiduos de Sanbox Suites solían trabajar antes en cafés pero, según Del Bosque, se pasan al "coworking" tras la primera visita al local.
"Para empezar, nosotros ofrecemos conexión gratuita a Internet y todos los servicios de una oficina pero, sobre todo, aquí encuentran proximidad con otros. En un Starbucks vas a estar rodeado de gente que no tiene ningún interés en lo que tú estás haciendo", afirmó.
Uno de los habituales de Sandbox Suites es David Pascual, un barcelonés afincado en San Francisco que trabaja desde aquí para la web de información local YourStreet.com.
"En nuestra empresa estamos dispersados por el mundo y aquí sólo somos dos", explica. "Para una compañía pequeña con interés en hacer contactos está bien tener un espacio donde poder colaborar con más gente y además es más barato que alquilar una oficina".
Como David Pascual, muchos asiduos de Sandbox Suites tienen ocupaciones relacionadas con Internet en las que el lugar físico de trabajo es secundario, pero prefieren desplazarse hasta allí a la comodidad de quedarse en sus casas.
"Hasta cierto punto, yo podría trabajar incluso desde Barcelona", reconoce, "pero estar aquí me ofrece la posibilidad de tener un entorno donde sea posible contactar con otros y hacer crecer un poco el negocio".
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