El director financiero de General Motors, Ray Young, admitió ayer que la eliminación de casi 19.000 puestos de trabajo en las plantas de producción norteamericanas puede que sea insuficiente ante la imparable caída de las ventas de la principal compañía de automóviles estadounidense.
GM ha pasado de emplear en 2006 a 113.000 personas en sus factorías estadounidenses a unas 55.000 en la actualidad.
General Motors dijo ayer que su cuota de mercado en Estados Unidos y Canadá se redujo en 2,5 puntos en los últimos meses y pasó del 22,7 por ciento en el segundo trimestre de 2007 al 20,2 por ciento en el mismo periodo de este año.
La caída de las ventas del sector del automóvil en Estados Unidos y la pérdida de cuota de GM en su mercado doméstico se tradujo en una reducción de ingresos en el segundo trimestre de 29.700 millones de dólares a 19.800 millones.
Las pérdidas aumentaron en este periodo de 88 millones a 9.300 millones de dólares.
"El declive fue principalmente atribuible a la gran debilidad del mercado estadounidense y la pérdida de producción debido a los paros en American Axle y varias instalaciones de GM durante mayo y junio" dijo General Motors al anunciar los resultados financieros del segundo trimestre.
El fabricante explicó que de los 15.500 millones de dólares de pérdidas, 3.300 millones correspondieron a los costes de las bajas incentivadas de 19.000 trabajadores en Norteamérica, 2.800 millones a la provisión de reservas de Delphi, 1.100 millones a la reestructuración y reducción de producción en Norteamérica.
Otros 1.300 millones de dólares corresponden a las pérdidas de GMAC, la financiera en la que GM mantiene un interés del 49 por ciento.
Además, 197 millones de dólares de pérdidas están relacionados con el acuerdo para finalizar la huelga del fabricante de componentes American Axle.
A pesar de las masivas pérdidas, Young afirmó que General Motors tiene suficiente liquidez para capear la mala situación de la economía estadounidense y la significativa reducción de la demanda.
Young cifró en 21.000 millones de dólares el efectivo existente en las arcas de GM. A esta cifra, el director financiero añadió otros 5.000 millones de dólares en líneas de crédito.
La liquidez de la compañía se ha convertido en la principal preocupación financiera de GM porque la empresa prevé ahora que la crisis en Norteamérica se prolongará hasta el año 2010.
A mediados de julio, GM anunció nuevas medidas para reducir sus costes en Norteamérica en aproximadamente 15.000 millones de dólares de aquí a finales del 2009.
Para ello, GM eliminará unos 5.000 puestos de trabajo en sus oficinas en Estados Unidos y Canadá, lo que reducirá sus costes en este capítulo en un 20 por ciento.
Además GM quiere vender activos -como la marca de todoterrenos Hummer- por valor de unos 5.000 millones de dólares y reducir su producción en 300.000 unidades.
A pesar de las masivas pérdidas, el tercer trimestre de mayores pérdidas en los 100 años de historia de la compañía, el presidente de GM, Rick Wagoner, afirmó a través de un comunicado que el plan de reestructuración de la empresa está funcionando.
"Estamos reaccionando rápidamente a los desafíos que encara la economía estadounidense y el mercado del automóvil y seguiremos tomando las agresivas medidas necesarias para transformar nuestras operaciones en Estados Unidos", dijo Wagoner.
El directivo añadió que "tenemos el plan correcto para GM, gracias a excelentes productos, marcas fuertes, el liderazgo en la tecnología de ahorro de combustible y el aprovechamiento total de las oportunidades globales de crecimiento".
Mientras en Norteamérica las operaciones de GM siguen sufriendo graves pérdidas, en el resto del mundo GM está en mejor forma.
En Europa, GM terminó el trimestre con unas ganancias de 20 millones de dólares y en la región de América Latina, África y el Oriente Medio, los beneficios fueron 445 millones de dólares. Sólo en Asia-Pacífico GM registró unas pérdidas de 163 millones de dólares.
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