La Policía Local de Pollença decidió ayer aparcar momentáneamente el conflicto laboral que mantiene con el Ayuntamiento y anunció que realizará servicios extraordinarios de vigilancia y de seguridad ciudadana durante las fiestas patronales que hoy, con motivo de la Alborada, y mañana, con el simulacro de moros y cristianos, alcanzan su punto culminante.
A través de una nota, la Policía Local explicó que ayer se produjo una reunión entre el alcalde Joan Cerdà (UM) y los delegados de personal de la plantilla policial en la que "se limaron las diferencias que distanciaban la posibilidad de llegar a un acuerdo favorable entre las partes". Los agentes reclaman la aplicación de la Ley de Coordinación de Policías Locales, que establece el aumento de categoría del nivel D al C, con la consecuente subida salarial. Según la nota policial, la reunión con el alcalde "sentó las bases para restablecer las negociaciones de buena fe", por lo que se acordó "restablecer la normalidad en los servicios a cubrir en las señaladas fiestas de la localidad". Fuentes de la Policía explicaron ayer que la decisión de realizar servicios extra se ha tomado para "no perjudicar a los pollencins".
Una vez finalizadas las fiestas se convocará una nueva reunión en la que el alcalde "llevará directamente la negociación con los representantes de la Policía Local", quienes descartan al regidor de Seguridad, el socialista Juanjo Mir, como interlocutor válido.
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