Gas Natural descartó ayer despidos a raíz de la operación de compra de Unión Fenosa, y consideró ‘lógico’ que la sede del grupo resultante, que facturará de entrada 18.097 millones de euros al año, se sitúe en Barcelona, donde la gasista tiene su edificio corporativo.
‘Finalmente hemos conseguido la ansiada convergencia de gas y electricidad’, afirmó en rueda de prensa el presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, antes de añadir que la idea es mantener las marcas de los grupos, que son ‘conocidas y muy estables en sus zonas’.
En cuanto al posible impacto de la operación en los precios que pagan los clientes por la luz y el gas, el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, dijo que pretender que la fusión de ambas compañías altere las tarifas ‘es mucho suponer’, y matizó que en ningún caso perjudicará a los usuarios.
Gabarró descartó que esta operación, acordada con la constructora ACS, vaya a despertar rechazo en parte de la clase política, como ocurrió durante el intento de compra de Endesa en 2005, y detalló que el miércoles telefoneó a miembros del Gobierno y de la oposición del ‘más alto nivel’, quienes le expresaron su satisfacción por el acuerdo.
‘El último tren no pasa nunca’, sentenció Gabarró al ser preguntado sobre la compra frustrada de Endesa, al tiempo que calificó de ‘histórico’ para Gas Natural el acuerdo alcanzado ayer con ACS para hacerse con su 45,3% de Unión Fenosa en tres fases.
El grupo resultante, del que todavía se desconoce el nombre, competirá ‘en la Champions League’, muy cerca de los líderes del sector en España -Endesa e Iberdrola- y con un perfil ‘muy diversificado’, aunque con un tamaño todavía inferior al de ‘los monstruos europeos’, admitió Villaseca.
En plena rueda de prensa, Gabarró y Villaseca anunciaron que una decena de bancos y cajas, entre ellos el Banco Santander, Barclays, La Caixa, Caja Madrid, BNP, ING y UBS, aportarán algo más de 17.000 millones de euros para financiar ‘a un precio razonable’ la operación, que obligará a lanzar un opa a principios de 2009 en la que Gas Natural espera una alta aceptación.
‘Con la que cae, hemos sido capaces de financiar toda la operación menos de 24 horas después de firmar el acuerdo’, subrayó el presidente de Gas Natural, quien ironizó a continuación: ‘Háganse cargo de lo mala que es la operación’.
El presidente de la gasista manifestó que con este movimiento en el mercado energético ‘todo el mundo gana’: tanto los accionistas como la parte vendedora (ACS), pasando por los trabajadores, que dispondrán de ‘nuevas perspectivas de desarrollo profesional’, y también España, que verá mejoradas sus garantías de suministro.
Respecto a la plantilla, Villaseca detalló que en los casos de duplicidad se dejarán de subcontratar algunas actividades para que esas tareas sean desempeñadas por el personal del grupo, al tiempo que Gabarró dijo que se creará un equipo directivo que estará integrado por cargos de ambas compañías.
‘Nosotros sabemos mucho de gas y poco de electricidad’ y Unión Fenosa, a la inversa -explicó Gabarró-, por lo que se escogerá ‘al mejor en cada puesto, independientemente de donde proceda’.
Gas Natural no prevé que existan problemas con las autoridades de defensa de la competencia porque el grado de solape es ‘mínimo’, en palabras de Villaseca, quien ahondó en la necesidad, de cara al futuro, de desinvertir en activos no estratégicos, lo que aportará unos 3.000 millones de euros.
Gabarró también dijo no tener ‘ni idea’ de si Suez, que controla el 11,3% de Gas Natural, acudirá o no a la ampliación de capital por valor de 3.500 millones de euros que permitirá financiar una parte de la operación.
Tras la fusión con Unión Fenosa, que aportará ventajas financieras y fiscales, Gas Natural prevé mantener su política de dividendos y conservar activos estratégicos como los de Reganosa, las dos plantas nucleares y el negocio de las renovables.
‘No vamos a desinvertir nada importante en Galicia’, aseguró Gabarró ante el interés de los medios de comunicación de esa comunidad autónoma, con cuyo presidente, Emilio Pérez Touriño, conversó anteayer para transmitirle un mensaje de tranquilidad.
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