El Banco de España considera necesario que haya mayor flexibilidad del mercado laboral a fin de disminuir las consecuencias de la caída de la demanda de trabajo en el sector de la construcción.
En su último boletín económico, publicado hoy, el Banco de España subraya que la flexibilidad en el mercado de trabajo debe acentuarse tanto en lo que se refiere a la movilidad geográfica, sectorial y funcional de los trabajadores, como en la formación de salarios, para "facilitar el ajuste de costes y precios relativos entre sectores".
Según el organismo regulador, los países que han tenido un fuerte aumento del empleo en el sector de la construcción se enfrentan a una situación en la que la desaceleración de los precios inmobiliarios puede causar un mayor impacto sobre el empleo a corto plazo.
La entidad que preside Miguel Angel Fernández Ordóñez también considera que una concentración excesiva de recursos productivos en el sector de la construcción tiene consecuencias negativas sobre la productividad y el crecimiento económico sostenible a medio y largo plazo.
Por ello, el Banco de España advierte al Gobierno de que, tras finalizar la expansión inmobiliaria, no practique ahora políticas intervencionistas dirigidas a paliar la destrucción de empleo que puedan limitar el ajuste del sector de la construcción y del precio de la vivienda con un crecimiento económico más equilibrado.
En el artículo "El precio de la vivienda y la reasignación sectorial del empleo: evidencia internacional", el Banco de España recuerda que desde la primera mitad de la década de los noventa el precio de la vivienda se incrementó "considerablemente" en muchos países, aunque no todos experimentaron un aumento de actividad en el sector inmobiliario.
Entre los países con una expansión notable de empleo en el sector de la construcción se encuentra España, junto a Estados Unidos y el Reino Unido.
En cuanto a la demanda de trabajo en la construcción en relación con la de otros sectores, España se sitúa (junto a Estados Unidos y Suecia) entre los países donde se produce una elevada reasignación sectorial del empleo ante cambios en los precios de la vivienda.
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