Un 55,2 por ciento de los ocupados gallegos trabajan a menos de cinco kilómetros de donde residen y un 26,5 por ciento lo hacen a menos de uno, mientras que un 6,2 por ciento tienen que recorrer más de 50 kilómetros para llegar a su destino laboral.
Así se recoge en la ‘Enquisa de condicións de vida das familias. Condicións no traballo’, correspondiente al año 2007 y publicada ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). La proximidad al trabajo aumenta con la edad de los ocupados, pues tres de cada cuatro de 60 o más años tienen su puesto a menos de cinco kilómetros, mientras que este porcentaje se sitúa en el 48 por ciento en el caso de jóvenes entre 16 y 29 años.
La duración media del trayecto del domicilio al lugar de trabajo es de menos de 15 minutos y el principal medio de transporte para acudir al mismo es el coche. En 2007 el 65,8 por ciento de los ocupados gallegos sólo empleaba el coche para desplazarse -casi ocho puntos más que en 2001-, mientras que el 24,6 por ciento iba andando, el 4,4 sólo bus urbano o interno y el 5,3 por ciento otros medios.
Por otra parte, un 8,8 por ciento de los ocupados emplea en su trabajo un idioma distinto del gallego o castellano, un porcentaje que se incrementó desde el año 2001, cuando se situaba en el 6,8 por ciento. La lengua más usada es el inglés en un 75,7 por ciento de los casos.
Respecto a los horarios especiales, más de la cuarta parte (un 27,1 por ciento) trabaja siempre los sábados, mientras que el 12,7 por ciento lo hacen todos los domingos. Además, el 5,6 por ciento está ocupado siempre en jornada nocturna y un 18 por ciento lo hace ocasionalmente por la noche. Por sexo, el IGE aprecia un mayor porcentaje de hombres que de mujeres que trabajan por la noche.
CONCILIACION DIFICIL
En este sentido, el 43,7 por ciento de las mujeres ocupadas gallega considera difícil o muy difícil conciliar la vida familiar y laboral, mientras que en el caso de los hombres este porcentaje se sitúa en el 39,7 por ciento. Además, si se tienen en cuenta los ocupados con hijos menores de 16 años, este porcentaje sube hasta el 55,5 por ciento.
La situación laboral les condiciona o les condicionó la maternidad al 22,5 por ciento de las mujeres ocupadas y la paternidad al 17 por ciento de los hombres. En conjunto, la principal razón que hace pensarse el tener hijos es el salario insuficiente, seguido del horario incompatible con el cuidado de los niños.
Asimismo, cerca del 60 por ciento de los asalariados consideran que en su trabajo no se preocupan de manera suficiente de los trabajadores con cargas familiares, porcentaje tres puntos inferior al que se constataba en 2001, que estaba situado en alrededor del 63 por ciento.
A pesar de estos condicionantes, el 93,4 por ciento estaban en 2007 satisfechos o muy satisfechos con el trabajo, fundamentalmente porque les gusta y les aporta estabilidad laboral, según este informe del IGE.
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